Incertidumbre

Mantener las empresas como fuente de generación no solamente de riqueza sino de empleo y de recursos para financiar programas sociales a través del pago de impuestos, es el anhelo de la gran mayoría de empresarios que aún sobreviven a pesar de la aparición del Covid-19. La crisis social que día a día se incrementa por cuenta de los bloqueos y la violencia en las calles, hace que se tengan que desarrollar nuevas capacidades y competencias si se pretende continuar en el mercado. Muchos piensan que mantenerse es cuestión de tiempo y dinero, pero infortunadamente no todos tienen lo segundo; sin embargo, conforme van pasando los días, llega la esperanza a través de los apoyos financieros que crea el gobierno nacional. Con un mercado contraído, un decrecimiento en el consumo de los hogares, una cifra histórica de desempleo, una sociedad polarizada, en donde un sector justifica el ejercicio de su derecho en la violación de los derechos de la mayoría, en donde pareciera no valer nada la necesidad que tenemos todos de progresar, la solución necesariamente debe ir dirigida hacia la negociación a través del diálogo, pero no un diálogo donde una parte cede y prácticamente no negocia, sino un diálogo que tenga en cuenta los intereses de todos los Colombianos. La inconformidad social no puede ser aprovechada para acabar con la economía del país, incentivando odio, polarización, violencia y muerte. Las redes sociales ya no solamente son fuente de noticias falsas, sino que vienen cargadas de tanta violencia, que es imposible no sentir resentimiento o impotencia; esto sin duda tiene efectos muy negativos en nuestro actuar, porque absorbe nuestra capacidad mental y permitimos que los pensamientos negativos nos causen emociones tóxicas y de esta manera se imposibilita un proceso de pensamiento capaz de resolver problemas y tomar decisiones acertadas.
Liderar en tiempos de incertidumbre como este, ya no es una competencia necesaria de los emprendedores, que naturalmente se mueven en medio de ella, pues un negocio nuevo carece de históricos que le permitan hacer predicciones y así tomar decisiones. El comportamiento de los emprendedores muestra una alta capacidad para gestionar sus negocios en medio de la incertidumbre, lo cual en estos momentos es tremendamente valioso para las empresas ya constituidas, pues si su líder es capaz de aprovechar la incertidumbre como un recurso, puede llevar a la salvación su empresa. En el mundo del management, es muy usual que se gestione a partir de la meta, en donde se fijan objetivos y luego se buscan los recursos para cumplirlos. La meta sería la causa de su gestión; en cambio, existe otro método que puede ayudar a generar innovación y sobrevivencia de las empresas, que consiste en evitar ver la incertidumbre como un problema, sino como la oportunidad de identificar los recursos disponibles para que a partir de ellos se construyan objetivos generales. La acción del líder inicia desde la identificación de los recursos que le permiten reformular sus metas. De esta manera, se pasa de gestionar el negocio encaminado a una meta cuyos recursos seguramente no se tienen, a liderar en medio de la incertidumbre, aprovechando lo disponible, evaluando los posibles escenarios de pérdida, que no solamente tienen que ver con dinero, combinando fortalezas y conocimiento para crear estrategias que permitan mantenerse en el mercado mientras el gobierno avanza en las negociaciones que le pondrían fin a la actual crisis. No hay que subestimar el conocimiento y aporte de los colaboradores para que este proceso de toma de decisiones sea más ágil y efectivo.
Mientras se evalúan las alternativas, no queda mas que confiar en que cada uno puede aportar desde su hacer a la reactivación de nuestra región, participando de todas las iniciativas que generen progreso y no violencia. Llevando conversaciones constructivas, evitando señalamientos y buscando puntos de encuentro y no de diferencia. Estos malos tiempos pasaran con la ayuda de Dios, para quienes creemos en su existencia, y podremos ver el futuro con optimismo, dejando de lado el miedo y priorizando el amor y el perdón.