Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

Esto seguirá funcionando así…

Es indignante que bajo esta premisa justifiquemos todo tipo de injusticias y atropellos, empezando por algo tan esencial para la productividad económica como los servicios y la infraestructura pública de la ciudad. Por: Alejandra Guerrero Fajardo.
Imagen
Crédito
Javier Pérez / Ecos del Combeima
18 Sep 2020 - 12:43 COT por Ecos del Combeima

La frase más difícil de superar como sociedad es “esto siempre ha funcionado así”, esto es una sentencia a la mediocridad, al estancamiento de la productividad y a un pobre desempeño económico. Más que una frase se convierte en una excusa para justificar los liderazgos pobres y la pasividad hacia actos de corrupción e injusticia. Nuestra región se caracteriza por esta pasividad que nos impide avanzar, cada vez que llegan ideas, lideres, soluciones que pueden generar crecimiento económico la respuesta es “esto siempre ha funcionado así” y es el fin de cualquier discusión productiva. 

Es indignante que bajo esta premisa justifiquemos todo tipo de injusticias y atropellos, empezando por algo tan esencial para la productividad económica como los servicios y la infraestructura pública de la ciudad. La ciudad tiene a diario apagones o intermitencias del servicio de luz, situación que genera pérdidas de millones de pesos. Es desesperante para los estudiantes que están en clases virtuales, para las personas que están en teletrabajo, para las empresas que ven sus sistemas reiniciados por las intermitencias y fluctuaciones. Pero la empresa que presta este servicio, que además es privada, realiza donaciones que hacen que toda queja o reclamo desaparezca. La respuesta se centra en que están tratando de mejorar el servicio y que es algo que siempre ha funcionado así entonces pues que es lo mismo con un nombre diferente. Mientras tanto los cobros rayan en la usura, sin distinción de estrato. 

Lo mismo sucede con el servicio del agua, una ciudad con tanta riqueza hídrica pero que no ha podido organizar y construir una infraestructura eficiente para abastecer a su población. Aquí llueve y la ciudad entera se inunda debido al paupérrimo servicio de alcantarillado, pero el servicio de agua potable desaparece. 

Ni hablar del mantenimiento de la infraestructura pública, dónde esta el presupuesto anual de mantenimiento, dónde se invierte y por qué la ciudad esta tan deteriorada. Un ejemplo sencillo, hay accidentes diarios por falta de mantenimiento de los semáforos. ¿Cómo es posible que no se cambien los bombillos de luz? Llegar a Ibagué es casi un acto de azar, no hay señalización de tránsito, pero tal vez esto es mucho pedir, si no tenemos las vías demarcadas para que vamos a tener señalización de tránsito, como si Ibagué tuviera una sola avenida. Señores gobernantes la ciudad creció y por lo tanto necesita un mantenimiento acorde, constantes estudios de optimización de rutas mientras que construimos las que necesitamos. 

Todo esto va acorde a un plan de gobierno y al buen ejercicio del mismo, las grandes obras necesitan instituciones eficientes que cumplan con su labor y aseguren la eficiencia de la ciudad. La administración actual tiene planes interesantes, pero toda inversión y productividad va ligada a la eficacia de sus organismos. El buen gobierno se demuestra en indicadores como la seguridad, tiempo de trámites, seguridad de la inversión, desempleo, pobreza… entre otros. Todos los indicadores han empeorado durante el último año, no podemos excusarnos solamente en la pandemia, la verdad es que es nuestra mediocridad y excusas nos ha dejado donde estamos. ¿Hasta cuándo vamos a dejar que esto siga funcionando así?.

También te puede interesar estas columnas

El mundo enfrenta hoy una pregunta incómoda: ¿el problema está en la oferta o en la demanda? La respuesta es clara, en ambas.

La región necesita claridad de propósito, continuidad técnica y velocidad de ejecución. ¿Estamos listos en Tolima e Ibagué para aprovechar —sin perder enfoque— este rediseño institucional?

En el siglo XX, incluso las democracias liberales multiplicaron permisos y controles, instaurando un estado paternal que nos trata como infantes.

A pesar de la captura de ambos individuos, y confesión posterior de los delitos en los que incluso se mencionó al padrastro de uno de ellos como autor intelectual del hecho, la semana anterior, tanto Brandon como Santiago, fueron puestos en libertad, evidenciando una vez más la ineficacia de la justicia en Colombia, y marcando un caso de impunidad rampante.

El ESCA no fue solo una cita académica y diplomática. Fue una declaración de existencia territorial y un manifiesto por la vida.

Un solo plan con dos propósitos, ajustado y fortalecido, que impacte en todo el departamento, como en su capital.

El campo tolimense está lleno de héroes silenciosos. En el norte, los cafeteros resisten entre lluvias desbordadas; en el sur, los arroceros hacen cuentas para ver si este año alcanzan a recuperar lo invertido; y en la cordillera, productores de caña, aguacate y cacao siguen apostando, sin saber si el precio del día siguiente los dejará respirar o los pondrá a empezar de cero.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.