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Adriana Matallana

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Don Arnulfo, que orgullo haberlo conocido. ¡Que Dios lo tenga en su gloria apreciado señor y amigo mío!

Hablemos de cifras, pero sobre todo, hablemos de soluciones. ¿Cómo impulsamos la equidad en nuestra ciudad? La respuesta no creo que está solo en el gobierno o en las empresas, sino en cada uno de nosotros como sociedad.

Se muere el hombre, pero no su legado, y además de lo mencionado, el legado más grande de don Arnulfo es que el trabajo realizado por más de cincuenta años, sigue vigente: Ecos del Combeima, una de las emisoras más seguidas y reconocidas en el país, que ha migrado sus contenidos a lo digital para estar a la vanguardia de lo que la comunicación del hoy impone.

Y qué mejor que la educación, ya que es un eje transformador de la sociedad porque contribuye a mejorar la vida de las personas, a reducir las desigualdades y a fomentar la tolerancia y la paz.

Cuando en nuestros países se habla de soberanía y seguridad alimentaria, los discursos políticos suelen enfocarse en soluciones a pequeña escala: huertas caseras, biofábricas de fertilizantes y la distribución de semillas como estrategias de autosuficiencia.

El sistema sufre un problema estructural: la incapacidad para financiar nuevas inclusiones en el PBS presionadas por sentencias judiciales, el impacto de la pandemia y el caos administrativo reciente.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.