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El tema de las visas agudiza la crisis diplomática entre Colombia y EE.UU.

Para los viajes con agenda ante organismos internacionales con sede en EE.UU. se puede otorgar la visa G. En misiones cortas puede usarse la anotación TDY para estancias menores de 90 días. 
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Son varios los funcionarios que han renunciado a su visa para ingresar a Estados Unidos
Crédito
AMCHAM
30 Sep 2025 - 9:44 COT por Alfonso Aya Roa

La relación bilateral entre Colombia y Estados Unidos vive una nueva coyuntura de tensión tras la decisión del gobierno estadounidense de revocar la visa del presidente Gustavo Petro. Según Washington, la medida responde a declaraciones que habrían incitado a la desobediencia de militares estadounidenses y a la violencia, lo que, a su juicio, contraviene el principio de no intervención y el respeto a la soberanía de otros Estados, pilares recogidos en la Carta de las Naciones Unidas y en la Carta de la OEA.

La medida generó un efecto inmediato en la relación bilateral. El Departamento de Estado confirmó que también fueron canceladas las visas de algunos altos funcionarios del gobierno colombiano, en lo que se interpreta como una extensión de la sanción política contra la administración Petro.

Entre los afectados está Angie Rodríguez, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, DAPRE, quien fue notificada de la revocatoria a través de un correo electrónico de la Embajada de Estados Unidos. También Edwin Palma, ministro de Minas y Energía, sufrió la cancelación de sus credenciales diplomáticas (A1) y de turismo (B1/B2), que ya no son válidas para ingresar a territorio estadounidense.

En paralelo, varios funcionarios del gabinete optaron por renunciar voluntariamente a sus visados como un gesto de respaldo al presidente Petro y en rechazo a lo que consideran una injerencia extranjera. La primera en hacerlo fue la canciller Rosa Villavicencio, quien calificó su decisión como un acto de dignidad frente a la decisión “inaceptable” de Washington.

El comunicado de la Cancillería subrayó que “Estados Unidos, al vulnerar las normas diplomáticas internacionales, se presenta como juez y parte de sus propias arbitrariedades”. También advirtió que Colombia no aceptará que un poder extranjero determine quién puede representar al Estado en escenarios internacionales, insistiendo en que “la dignidad de nuestra nación no es negociable”. En su cuenta de X, Villavicencio reafirmó que “nuestra soberanía no se arrodilla. Colombia se respeta”. Según explicó, el gesto busca dejar claro que la representación diplomática del país no puede estar sometida a presiones externas.

La Cancillería concluyó que Colombia seguirá actuando como un país independiente y autónomo, dispuesto a defender su voz en la comunidad internacional sin aceptar restricciones arbitrarias. 

Posteriormente, Germán Ávila, ministro de Hacienda, anunció que dejaba su visa como muestra de solidaridad, señalando que “para trabajar por nuestro pueblo no necesitamos visa”. 

La superintendente de Industria y Comercio, Cielo Rusinque, también comunicó en sus redes sociales que renunciaba a su permiso de ingreso a EE.UU. como un acto de coherencia y de defensa de la soberanía nacional.

El secretario jurídico de la Presidencia, Augusto Ocampo, se sumó a esta postura y declaró que “la soberanía de nuestra Nación no se condiciona ni se subordina”. Con ello, ya son al menos cuatro los altos funcionarios que han tomado esta decisión política en apoyo al presidente colombiano, en un ambiente de creciente confrontación diplomática con Estados Unidos.

 

Impacto de no tener visa

No hay inhabilidad legal en Colombia por carecer o renunciar a la visa de EE.UU.; sin embargo, sí hay consecuencias operativas relevantes para el cumplimiento oportuno y eficaz de las funciones, dado que múltiples foros y gestiones clave para la relación bilateral y financiera ocurren en territorio estadounidense. En esos casos, el despacho tendría que delegarla representación o recurrir a participación virtual, con los costos diplomáticos y de efectividad que ello conlleva.