La vocera animalista y excandidata a la Alcaldía de Icononzo, Susan Porras, se pronunció frente al reciente caso de presunto maltrato animal ocurrido en Casabianca, Tolima, donde un caballo habría sido agredido físicamente durante una cabalgata. Porras recordó que la Ley 1774 de 2016 reconoce a los animales como seres sintientes, y aunque se esperaría que estos hechos disminuyeran con el tiempo, en la práctica siguen en aumento.

La activista criticó la falta de control de las autoridades administrativas locales en la organización de eventos con animales. "Las cabalgatas no deben prohibirse, pero sí deben regularse con garantías mínimas para que no se conviertan en escenarios de maltrato: puntos de hidratación, monitoreo veterinario, prohibición de alcohol y vigilancia del estado físico de los animales antes y después del recorrido". También rechazó que durante las fiestas, los caballos sean amarrados durante horas mientras sus jinetes consumen licor.

En ese mismo sentido, Porras fue enfática en oponerse a las corralejas, como las que se han promovido en El Espinal y El Guamo. "Allí no hay posibilidad de regulación. El animal entra sabiendo que su destino es el matadero. Esto no es cultura, es crueldad popular". Considera que el Tolima está rezagado en la protección animal y necesita un debate serio y actualizado sobre estos temas.

En el plano político, Susan Porras también se refirió a una denuncia penal que interpuso contra Milton Restrepo, gerente de Ibagué Limpia, por no haberse retractado tras replicar una información que, según ella, tergiversó sus críticas hacia la alcaldesa Johana Aranda y el movimiento hurtadista. "Fue irresponsable exponernos y perfilarnos de esa forma a nivel departamental y nacional", aseguró, y pidió que mida sus palabras y acusaciones. Espera que la Fiscalía investigue y determine responsabilidades.

Finalmente, sobre su relación con la diputada Yuly Porras, Susan aclaró que siempre han pertenecido a sectores políticos distintos: ella al campo alternativo, Yuly al Partido de la U junto a su esposo, el representante Jaime Yepes. Aunque estuvieron distanciadas, actualmente mantienen una buena relación, pese a sus diferencias ideológicas.

La activista elogió la labor de Yuly como diputada, y expresó su opinión tras verla recientemente en la Cumbre Nacional de Presidentes de Asambleas y Diputados en Barranquilla, acompañando al diputado barretista Giovanny Molina. “Si ella era cercana al hurtadismo, ¿por qué ahora se ve del lado del barretismo?”, se le preguntó. En su opinión, ese viraje político podría tener consecuencias. “No soy quien para juzgarla. Siempre le respetaré sus decisiones, pero espero que no le cueste más adelante”.