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Café que factura: el grano tolimense con miras al mundo

En los últimos meses el café del Tolima ha registrado hitos que muchos no terminan de dimensionar.
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Adriana Matallana
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19 Oct 2025 - 11:07 COT por Adriana Matallana

Cada vez que pienso en Ibagué y el Tolima, me llega la misma pregunta: ¿estamos listos para que nuestro café deje de ser solo un cultivo y pase a ser marca, negocio y proyección internacional? Porque no basta con cultivar un buen grano. Lo que viene es transformar ese grano en valor —valor económico, social y de orgullo regional.

En los últimos meses el café del Tolima ha registrado hitos que muchos no terminan de dimensionar. Por ejemplo: en la III Feria Internacional del Café, dos productores tolimenses (uno de Ibagué, otro de Planadas) alcanzaron precios récord de US$70 y US$72 por libra en la subasta internacional. Por otro lado, el departamento agrupa, según la Federación de Cafeteros, aproximadamente 107.027 hectáreas sembradas bajo café arábico, cultivado por más de 61.849 familias en 38 municipios.  Y aún más: a nivel nacional, Colombia proyecta una cosecha de 14,87 millones de sacos de 60 kg para el ciclo 2024-2025, la más alta en décadas.   Estos datos no son simples estadísticas: son indicadores de que el mundo está poniendo los ojos en nuestro grano… y también en nuestras manos.

Pero … no solo producir, sino transformar

Aquí es donde la conversación cambia. Porque producir buen café es condición de salida, pero transformarlo localmente es la verdadera ganancia. En Ibagué se inauguró recientemente una planta de trilla “cero emisiones”, con inversión de US $2 millones, que procesa café especial y busca conectar a pequeños productores con mercados internacionales. Eso quiere decir que no solo vendemos café verde, sino que agregamos valor: procesamiento local, empaque premium, marca de origen, historias de finca, trazabilidad, exportación directa. Si logramos eso, la riqueza se queda en la región. Y aquí es donde tu perfil se vuelve clave: acompañar, conectar, fortalecer los emprendimientos de base cafetera, vincular la innovación, la sostenibilidad y el mercado.

Emprendedores, innovación y economía circular cafetera

Imagino startups tolimenses que no solo tuestan café; sino que utilizan la cáscara para bioproductos, que generan valor agregado para la finca, que crean turismo de experiencia en fincas pequeñas; que emplean trazabilidad digital y blockchain para certificar origen de microlote; que exportan directamente con marca “Tolima”. Y los datos lo respaldan: más de $46.000 millones de pesos han sido gestionados entre 2024-25 para fortalecer el sector cafetero en Tolima, incluyendo renovación de cultivos y modernización de postcosecha.

La oportunidad está clara: café + innovación + comunidad. En Ibagué podemos pensar en incubadoras de proyectos cafeteros, en alianzas escuela-empresa para formar jóvenes baristas, en cataciones abiertas al turista que pase por nuestra ciudad, en marcas de café de finca que vendan online desde aquí.

Reflexión y rol ciudadano-empresarial

No estoy diciendo que todo esté perfecto. Pero lo que sí afirmo es que la ventana está abierta y depende de nosotros que no se cierre. Como capital regional, Ibagué tiene la infraestructura (vías, aeropuerto en desarrollo, educación superior) para posicionarse como hub del café de especialidad.

Desde mi rol, invito a empresarios tolimenses, emprendedores cafeteros, universidades, gremios, a mirar esto con ambición y visión compartida, sin que sea solo “otra campaña”. Que cada grano que salga sea un mensaje: Tolima sabe hacerlo, Ibagué lo conecta, el mundo lo aprecia. Que no esperemos solo que el valor venga de fuera. Que lo construyamos nosotros.

Si el café del Tolima está alcanzando récords de precio, tecnología de punta está llegando a Ibagué, y miles de familias producen grano, ¿qué haremos cada uno hoy para que ese café no se quede solo en la finca sino que también pase por nuestras manos, nuestras marcas, nuestra región y nuestra historia?

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