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Ibagué
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Se apareció el diablo en una discoteca de Ibagué: una de las famosas leyendas urbanas de la ciudad

Desde hace décadas, una leyenda urbana habla de la aparición del diablo en plena pista de baile. El investigador Leonardo Jiménez nos narra y analiza su historia basada en la moralidad y transformación social.
Imagen
diablo en la pista de baile
Crédito
Suministrada
31 Oct 2025 - 18:03 COT por Ecos del Combeima

La ciudad de Ibagué desde los barrios del sur —comunas 11, 12 y 13, a la orilla del río Combeima— tiene una historia que va más allá de su progresiva urbanización.

En el barrio Baltazar, en la década de 1960-1970, cerca a la antigua plaza de toros “La Guadalupe”, se construyeron bares, discotecas y negocios que bautizaron esa zona como el epicentro nocturno de la ciudad.

Según el investigador de mitos y leyendas Leonardo Jiménez, es allí donde surge una de las narrativas más famosas del imaginario local, y es la aparición del diablo bailando al son de la canción 'El Ron de Vinola'.

“Una noche de fiesta, un sábado muy concurrido, había una chica hermosa en un bar de la zona, y en un momento entra un hombre muy elegante, el cual la invitó a bailar. Mientras la canción sonaba, de un momento a otro, el aire se llenó de una espesa y extraña bruma, con olor a azufre, y al finalizar la canción se vieron los pies del bailarín que eran dos cascos de mula.” narró Jiménez. 

Esa versión coincide con otras publicaciones recientes que sitúan la leyenda en el desaparecido Club Baltazar, al margen derecho de la vía hacia Armenia, entre los barrios La Hoyada y El Amé. Allí se dice que, en la noche, un hombre vestido de blanco provocó pánico cuando mostró pezuñas en lugar de pies y una avalancha del río Combeima habría puesto el sello final a aquella noche maldita. 

La canción “El Ron de Vinola”, popular en la época y aún recordada, fue incluida en el relato como elemento simbólico de la transgresión, una canción “prohibida” que desató la furia sobrenatural. 

Hoy la discoteca ya no existe y los muros de aquella antigua plaza aún muestran vestigios del nombre “La Guadalupe”. Pero la leyenda persiste. Los viejos ebrios recuerdan la historia, algunos jóvenes la citan como leyenda urbana, y el relato sirve para entender cómo Ibagué construye su pasado nocturno entre lo mítico y lo real.

Posdata:

Diversas fuentes indican que la leyenda del diablo en la discoteca fue usada para explicar el cierre acelerado de la zona nocturna, el miedo de los clientes y la pérdida del auge de aquel sector.