Con la llegada de junio, miles de trabajadores en Colombia hacen cuentas para calcular uno de los pagos más esperados del año: la prima de servicios. Esta bonificación, contemplada en el artículo 306 del Código Sustantivo del Trabajo, es un derecho laboral que reconoce el esfuerzo de los empleados y busca compensarlos por su dedicación.

La prima de servicios equivale a 30 días de salario por cada año trabajado, y se entrega en dos pagos: uno en junio y otro en diciembre. Aunque muchos colombianos la reciben cada semestre, pocos conocen el verdadero origen de la palabra 'prima' y por qué se utiliza en este contexto.

El término proviene del latín prima, que significa 'primera' o 'superior'. Sin embargo, en el ámbito laboral colombiano, su uso se asocia específicamente con este beneficio económico que funciona como una gratificación extraordinaria. La Real Academia Española (RAE) también incluye entre sus definiciones "cada una de las dos pagas extraordinarias que, por lo general, se abonan a los trabajadores en concepto de gratificación".

Este pago adicional ha sido históricamente un alivio financiero para muchas familias, quienes lo destinan a cubrir gastos, hacer compras o disfrutar de las vacaciones escolares. Por ello, es común que en esta época del año aumente el consumo y la planeación de actividades familiares.

Aunque la palabra 'prima' no es exclusiva de Colombia, en el país tiene un significado muy particular dentro del derecho laboral. Según lo establecido en la legislación vigente, todos los trabajadores formales tienen derecho a este beneficio proporcional al tiempo trabajado.

La Corte Constitucional también se ha referido al tema, especialmente en la sentencia C-051 de 1995, reafirmando la importancia de esta bonificación como un mecanismo de equidad y reconocimiento para los empleados.

Así, más allá del nombre, la prima de junio y diciembre se ha consolidado como un derecho que mejora la calidad de vida de los trabajadores y dinamiza la economía del país.