Las verdades a medias del contratista del puente de la 60 en Ibagué
No es la primera vez que un tardío Plan de Manejo Arqueológico, genera traumatismos en la cronología de una obra de infraestructura vial y la programación del inicio de la misma; especialmente en esta última década, donde la arqueología en Colombia, ha tomado gran relevancia.
Y es que la ley faculta al Instituto de Antropología como autoridad para exigir ese plan y evaluar los niveles de afectación que pueda tener cierto tipo de construcciones sobre el patrimonio arqueológico colombiano, pues el decreto 1080 de 2015 considera a ¨todo el territorio nacional¨ como área potencial de riqueza arqueológica, y por ello, ningún proyecto de infraestructura vial, que requiera excavación y afecte más de una hectárea de terreno, podría eximirse de la exigencia previa de dicho plan y de su aprobación.
Por considerar que el patrimonio nacional podría encontrarse en riesgo y en cualquier parte de nuestro territorio, no se puede dar inicio a excavaciones, precisamente en esta obra vial del puente de la 60 en Ibagué, hasta tanto, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH dé su autorización para hacerlo.
No es que allí en la Carrera 5ª. con Calle 60 exista un guaca, como confusamente han querido hacerle creer a los ibaguereños, para justificar el atraso e inicio de la obra; es que simplemente no se había cumplido con la presentación y autorización previa de ese PMA (plan de manejo arqueológico), plan que seguramente realizaron mal, olvidaron hacer, quisieron olvidar, o seguro, creyeron no lo exigirían.
Es un programa novedoso de arqueología preventiva, para obras de infraestructura vial como la proyectada en ese sitio de la ciudad, que según el articulo 2.6.2.2 del mismo decreto 1080, lo obliga en este caso, por ocupar más de una hectárea de intervención y ser una obra que requiere licencia de construcción. Exigencia previa, que hace ya algún tiempo, es condición y no una opción. En el país no se puede comenzar una obra de infraestructura vial sin licencia ambiental, y ello implica, tener el plan arqueológico preventivo, totalmente aprobado por cuenta del ICANH como única autoridad, y muy diferente a otros permisos o licencias entregadas por Ministerios, Autoridad Ambiental, o Planeación Municipal.
Ojalá esta preciada obra vial de la 60 con 5ª. en Ibagué, no haya iniciado excavaciones sin ese plan arqueológico, ya presentado y aprobado; pues si así sucedió, podría derivar ese hecho, en una serie de sanciones bastante onerosas para el contratista, y si, por ignorar el cumplimiento del plan, resultare afectada una obra o bien de interés arqueológico nacional, podría también, derivar ya en sanciones administrativas y hasta penales.
La alerta manifiesta presentada en los pasados días, es porque ya se han encontrado más de 6.000 piezas arqueológicas en 23 proyectos viales, a lo largo de todo el territorio nacional, ayudando con ello, a la reconstrucción cultural de nuestro antepasado prehispánico.
Si efectivamente no se hizo ese plan a tiempo, por todo lo anterior, es recomendable frenar el inicio de la obra y sus excavaciones, hasta tanto, no se presente y apruebe ese requerimiento, y si es el caso después de presentarlo, ideal también ejecutarlo. Pues todo parece indicar, que es lo que allí en esa obra, ha venido sucediendo.
La idea siempre, es que este tipo de requerimientos no genere traumatismos en el desarrollo económico del país y sus territorios, pero si la ley, ahora así lo exige, no podemos actuar de afán y tratar de pasar por alto este requerimiento, porque el tema ambiental y arqueológico ha tomado bastante relevancia y obliga hoy en día, a planear aún mas los tiempos y a tiempo, todas estas novedosas contingencias.
Verdades a medias son mentiras, y eso no está bien, como excusa, para justificar una vez más, el aplazamiento del inicio de la obra emblemática de la actual administración en Ibagué.