Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

¿En qué idioma les está hablando a sus clientes?

Lo digital pasó de ser novedad a un medio obligatorio y potente, claro está, pero para algunos se ha convertido en una zona de confort y sus clientes sienten que les están hablando en chino.
Imagen
Crédito
Internet
27 Ago 2021 - 6:15 COT por Ecos del Combeima

Al consumidor ya no lo define únicamente su género, ubicación y estado civil, sus motivaciones y miedos son más importantes a la hora de comunicarse con su audiencia.

En ese orden de ideas, destacar las características de sus productos y las ventajas en cuanto a precio, no es suficiente. Necesitamos identificar las necesidades inmediatas del cliente así como las emociones que rodean dichas necesidades.

Para no llenarlos de términos complejos, vayamos a un ejemplo práctico: es diferente venderle un televisor de 60 pulgadas a una pareja de aventureros que a un matrimonio joven aficionado por el fútbol y las series.

Pasemos a la segmentación de emociones y sentimientos. Comprender que nuestro público no viene en un único empaque y que sus intereses son diversos, es fundamental para orientar la comunicación de nuestros productos y servicios.

No es lo mismo decir “Viaje a San Andrés para dos personas en clase ejecutiva” que  “El mar de siete colores te espera para tu próxima aventura”. No es lo mismo la foto de un glamping que el video aéreo de un drone. Mucho menos es igual la imagen del rio que el sonido natural que se escucha en la radio y en la televisión. 

Las personas siguen yendo a cine, caminando en el parque, visitando centros comerciales, viendo Netflix, escuchando radio o Spotitfy, un universo de oportunidades para conectar las audiencias con sus experiencias cotidianas. Lo digital pasó de ser novedad a un medio obligatorio y potente, claro está, pero para algunos se ha convertido en una zona de confort y sus clientes sienten que les están hablando en chino.

En adelante nos queda la enorme tarea de identificar necesidades y traducirlas. Así podremos rediseñar un mensaje que nos permita hablarle al consumidor en su mismo idioma.

También te puede interesar estas columnas

El mundo enfrenta hoy una pregunta incómoda: ¿el problema está en la oferta o en la demanda? La respuesta es clara, en ambas.

La región necesita claridad de propósito, continuidad técnica y velocidad de ejecución. ¿Estamos listos en Tolima e Ibagué para aprovechar —sin perder enfoque— este rediseño institucional?

En el siglo XX, incluso las democracias liberales multiplicaron permisos y controles, instaurando un estado paternal que nos trata como infantes.

A pesar de la captura de ambos individuos, y confesión posterior de los delitos en los que incluso se mencionó al padrastro de uno de ellos como autor intelectual del hecho, la semana anterior, tanto Brandon como Santiago, fueron puestos en libertad, evidenciando una vez más la ineficacia de la justicia en Colombia, y marcando un caso de impunidad rampante.

El ESCA no fue solo una cita académica y diplomática. Fue una declaración de existencia territorial y un manifiesto por la vida.

Un solo plan con dos propósitos, ajustado y fortalecido, que impacte en todo el departamento, como en su capital.

El campo tolimense está lleno de héroes silenciosos. En el norte, los cafeteros resisten entre lluvias desbordadas; en el sur, los arroceros hacen cuentas para ver si este año alcanzan a recuperar lo invertido; y en la cordillera, productores de caña, aguacate y cacao siguen apostando, sin saber si el precio del día siguiente los dejará respirar o los pondrá a empezar de cero.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.