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La mujer tolimense

Durante décadas he escuchado hablar sobre la reivindicación de los derechos de las mujeres, y aunque hablar de derechos debería aplicarse tanto para hombres y mujeres, en la práctica existe un gran vacío que genera desigualdad de género y que abre brechas sociales que alejan a las comunidades para alcanzar la meta de mejorar el desarrollo integral en los territorios. Por: Adriana Avilés.
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3 Mar 2021 - 17:21 COT por Ecos del Combeima

Las mujeres hemos avanzado en la participación activa en nuestra sociedad, pero aún nos falta hacer mayor presencia en los sectores económicos, políticos, deportivos, culturales entre otros, y así lograr avanzar y abrir caminos de esperanza hacia un mundo equitativo e igualitario con oportunidades para todas. 

Sigue siendo un desafío lograr la paridad en cargos de poder, y es que la gran mayoría de los países no han sido gobernados nunca por una mujer, esto es igual en todas las regiones del mundo. En el 2015 se proyectaba que en 30 años se cerraría esa brecha, pero nuevas estimaciones según la tendencia actual indican que tomaría 107 años, lo que indica que nuestros esfuerzos deben ser mayores para incrementar la participación femenina de tal manera que se logre llevar a cabo una agenda de mujer que represente y defienda los derechos que tenemos como ciudadanas del mundo. 

La participación es muy desigual, de 193 países, sólo 10 están gobernados por mujeres. Actualmente en Colombia de 32 departamentos solo fueron elegidas 2 gobernadoras y de 1.101 alcaldías locales solo 121 tienen una alcaldesa, y en el poder legislativo la tendencia es igual, solo 56 mujeres son congresistas del total de 258.

Estos resultados de representación hacen que la labor sea más compleja a la hora de proponer proyectos encaminados a mejorar la calidad de vida de la mujer, y poder erradicar la pobreza, tener economías y sociedades saludables e inclusivas, no sólo porque las mujeres son más de la mitad de la población, sino además porque son un talento que se está desperdiciando. 

Hoy mientras escucho caer la lluvia del cielo de la capital musical de Colombia, recuerdo la historia de lo que ha significado la mujer del Tolima en los procesos de desarrollo regional y nacional. 
Escribo estas cuantas letras para homenajear a cada una de las mujeres que viven el territorio tolimense y que son dignas representantes de nuestro pueblo pijao en la construcción de sociedades equitativas y en el fortalecimiento de la familia.

La mujer Tolimense ha logrado superar la violencia y el conflicto armado del cual han sido víctimas, han sido estas mujeres las que se han levantado para derribar obstáculos y lograr generar a sus familias un mejor bienestar, ellas, la del Tolima, mujeres pujantes, de carácter, fuertes, resilientes y sobre todo emprendedoras que le apuestan con alma, vida y corazón a construir una sociedad en donde puedan ser vistas como actoras fundamentales del desarrollo. 

Ellas en la mayoría de casos realizan labores que superan su capacidad física, porque para una mujer Tolimense no hay límites que la puedan detener a la hora de trabajar, su fuerza y fortaleza vienen del alma por eso también se destaca por ser generosa, conversadora, alegre, que expresa emociones, empática con lo que sucede a su alrededor en busca de lograr soluciones, ellas son protectoras y bastantes creativas. 

El mundo está cambiando con rapidez. Las mujeres también están cambiando, al igual que el papel que ellas desempeñan en la sociedad. El progreso de las mujeres Tolimenses está en continua transformación en donde cada vez ellas se empoderan y adoptan nuevas herramientas que les está permitiendo ser mucho más activas en una región que pide a gritos igualdad. 
Pronto las veremos no como coprotagonistas, sino como protagonistas del cambio.

De todas ellas en los 47 municipios del Tolima estaré escribiendo en mis próximas columnas de opinión, esta es tan solo la primera parte.

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