Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

Por ahora lo mejor, son las clases virtuales

Hasta tanto el país no inicie con la vacunación masiva, lo más sensato es mantener la educación desde casa y así no exponer a los niños y a docentes al virus. Por: Andrés Currea.
Imagen
Crédito
Ecos del Combeima
25 Ene 2021 - 10:49 COT por Ecos del Combeima

Si bien los casos graves del covid-19 no son tan frecuentes en menores de edad, si son ellos vehículos de contagio del virus, lo que sin lugar a dudas podría generar mayor exposición y como resultados más contagios y fallecidos.

Es adecuado, luego de la anterior reflexión, por demás científicamente comprobada, que lo correcto para este inicio del calendario escolar es mantener la virtualidad como medida de protección, conociendo de primera mano por todos los ciudadanos los estragos que causa esta enfermedad no solo en la salud de quienes la padecen, como también en la economía y en la vida en general.

Estamos de acuerdo que el compartir de los niños en sus colegios es fundamental para su desarrollo, entendemos, y más como padre de dos pequeños, que la interacción con sus pares es muy importante, los juegos, las risas y la vida escolar es una época maravillosa, que infortunadamente se ha visto traumatizada por la pandemia, pero a la par de esta consideración, valida por demás, es necesario advertir que es imperativo proteger la vida y la salud de todos, razón por la cual, se debe mantener la educación desde casa, repito, hasta tanto no este inmunizada la población.

Además, por más que los colegios brinden las condiciones de bioseguridad y la alternancia para reducir el número de niños en el aula de clase, es muy difícil que los pequeños mantengan la distancia, mantengan por horas el tapabocas correctamente y conserven las medidas de protección. Es tan evidente la preocupación que en los planes de vacunación los docentes están contemplados en la fase tres del proceso de inmunización.

Es mejor permanecer unos meses más con clases virtuales, que tener nuevamente abarrotadas las unidades de cuidado intensivo, que ver como fallecen familiares y amigos, y también como se hunde la economía, pues los cierres y restricciones de movilidad se convierten en la única arma para detener la velocidad de contagio del virus y sus nuevas cepas.

También vale la pena decir que el Gobierno Nacional, debe velar por la garantía de acceso a internet de toda la población en edad escolar y en condiciones de vulnerabilidad para evitar que por falta de equipos y conexión se aumente los índices de deserción escolar. Las alcaldías y gobernaciones deben también hacer lo propio, cómo se ha hecho en el Tolima e Ibagué, con la entrega de equipos, acceso a la red y la matrícula cero que ha sido un avance de alto impacto en la democratización verdadera de la educación superior.

La paciencia es fundamental para enfrentar ese tiempo turbulento y lleno de retos, toda tormenta tiene su final y el sol no tardará en salir, y quizás más pronto de los que imaginamos podamos nuevamente llevar con alegría a nuestros hijos al colegio, para que se abracen con sus amigos, para que aprendan, para que sean más felices. Por ahora cuídemelos en casa, acompáñemolos en sus procesos de aprendizaje, mientras esperamos el inicio de la vacunación y del paulatino retorno a la normalidad que tanto anhelamos.

Andrés Currea Hernández

Comunicador Social y Periodista

Especialista en Educación, Cultura y Política.

 

También te puede interesar estas columnas

Colombia atraviesa un momento en el que la conversación pública se ha quedado atrapada en la pelea entre izquierda y derecha, mientras la agenda económica que es la que realmente define el empleo, la inversión y la productividad se ha quedado estacada y sin un rumbo claro.

Durante 28 años, Carlos Emilio Díaz ha sido el alma del Teatro Tolima. Músico, gestor y visionario, transformó el histórico escenario en un referente nacional, llevando desde grandes artistas internacionales hasta funciones familiares que acercan la cultura a todos.

¿Estamos listos, productores, empresarios, academia y ciudadanía, para que el café tolimense sea a la vez nuestro emblema y nuestra ruta hacia un futuro sostenible?

¿Estamos listos para enfrentar la realidad económica o seguiremos jugando a los discursos populistas para distraernos de lo importante?

Este proyecto permitirá potenciar todas nuestras capacidades y atraer eventos de gran relevancia, superando así una limitación histórica generada por la ausencia de escenarios de gran magnitud.

Un hecho que pasó casi desapercibido, en medio de la tormenta política semanal, fueron los debates sobre los indicadores que usa el Ministerio de Educación Nacional para evaluar su programa del gobierno.

Ahora no hay excusas: este 9 y 10 de agosto, alistemos la maleta y dispongámonos con entusiasmo a viajar al norte del Tolima para asistir a la mejor feria de cafés especiales del país.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.