Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

La clave está en el emprendimiento

Siendo el reflejo del pensamiento colectivo, estudios de esta naturaleza se convierten en una valiosa herramienta para los gobernantes; no olvidemos que en Colombia, el 80% del empleo lo generan las microempresas quienes aportan el 34% del PIB que para el 2020 proyecta decrecer en un 5,2%. Por: Carolina Toro.
Imagen
Crédito
Internet
16 Sep 2020 - 8:10 COT por Ecos del Combeima

Recientemente la Universidad del Rosario, Casa Editorial El Tiempo, la fundación Konrad Adenauer, presentaron un estudio titulado “Reactivar Colombia, un compromiso de todos” que aborda la compleja situación económica actual de nuestro país.   El amplio y detallado estudio  plantea alternativas con miras a que haya una construcción colectiva de soluciones, que sumadas al  trabajo de todos, ayuden a los colombianos a salir de  esta crisis.   Este estudio revela que en Colombia, el 45% de las personas ha perdido el empleo o cerrado su negocio o conoce a alguien que lo ha perdido,  desde el ámbito económico,  el 24% se proyectan en 6 meses endeudados, el 23% sin ahorros,  el 64% piensa que el país estará en crisis económica y el 43% con una mayor tasa de desempleo. Frente a la pregunta de qué haría para reactivar la economía, el 21% dice seguir trabajando y el 14% afirma que se deben implementar nuevas ideas de negocio.

Siendo el reflejo del pensamiento colectivo, estudios de esta naturaleza se convierten en una valiosa herramienta para los gobernantes;  no olvidemos que en Colombia,  el 80% del empleo lo generan las microempresas quienes aportan el 34% del PIB que para el 2020 proyecta decrecer en un 5,2%. Para el caso de  nuestra región, esta pandemia deja un 50% de empresas matriculadas en Cámara de Comercio, pasando aproximadamente de 26.000 el año pasado a 13.000 en el 2020, que el 97% de la actividad empresarial lo representan las microempresas, que  de estas últimas casi un 90% pertenecen al sector terciario y el desempleo juvenil se ubica casi en el 50%. No la tiene fácil nuestro Alcalde y se puede ver su constante esfuerzo por integrar las necesidades de todos los sectores para avanzar en soluciones que nos beneficien y generen impacto inmediato en la generación de empleo, mientras desarrolla los grandes proyectos que seguramente tendrán mayor impacto a mediano o largo plazo. La confianza debe estar depositada en la buena gestión que han demostrado, pues cabe anotar que los planes tuvieron que cambiar para atender esta emergencia, teniendo que fortalecer la red hospitalaria y garantizar la ejecución eficiente de todas las medidas generadas por el Gobierno Nacional. Sus esfuerzos han sido válidamente dirigidos hacia proteger nuestra vida y todas las medidas impopulares tuvieron buenos resultados; y es que hoy, a pesar de tener una curva de contagios en ascenso que contrasta con la tendencia decreciente  a nivel país,  tenemos una muy baja tasa de mortalidad y los diferentes sectores económicos han podido paulatinamente iniciar su operación. Durante todos estos meses hemos visto el trabajo y el esfuerzo de todos los que conforman la administración local y departamental,  en cabeza de nuestro Alcalde Andrés Hurtado y nuestro Gobernador Ricardo Orozco; pese a las críticas o manifestaciones de rechazo de algunos sectores por la forma en que han abordado ciertos temas, lo cierto es que no hemos visto en Ibagué escándalos por atención deficiente en el manejo de la pandemia, no hemos visto gente muriendo en las calles y mucho menos un incremento de violencia e inseguridad significativo como se ha visto en otras ciudades.

Ese de resaltar que se han implementado planes que muchos quisiéramos ver con resultados favorables inmediatos, pero que infortunadamente no se pueden ver porque no veníamos de tener una economía fuerte. Llegar a reparar la historia económica reciente, con pandemia a bordo no es  una cuestión fácil de resolver y menos aún tener un 100% de favorabilidad o de aceptación ante medidas restrictivas para proteger nuestras vidas. Mis coterráneos no se portaron bien en pandemia, todo lo contrario, el desorden y la ausencia de autocuidado, requirieron intervención inmediata y permanente de las autoridades, todos sabemos que durante las fiestas del folclor era normal ver fiestas privadas, parques llenos de gente y poca atención al distanciamiento social y al uso del tapabocas de forma adecuada. Vimos a la Secretaria de Salud, Johana Arana, visitando barrios con micrófono en mano pidiendo a los ciudadanos respetar el aislamiento y a nuestros policías, persiguiendo a los desordenados que no cumplían con el aislamiento. La Secretaria de Gobierno en cabeza de Carlos Portela, atendió de manera inmediata las aglomeraciones y desordenes presentados al inicio de esta pandemia y con todo esto, tenemos hoy una ciudad que se reactiva, en donde los comerciantes implementaron los protocolos de bioseguridad y las autoridades hacen permanente seguimiento y control. Que hace falta entonces? Ya estos meses han servido para adquirir rutinas y para aprender a vivir en medio del Covid-19. Vacuna no habrá este año, las proyecciones económicas no son alentadoras, la salud mental colectiva no es la mejor y se requiere si o si, que el Tolima se reactive. Las iniciativas por sector económico han sido escuchadas y debemos confiar en que podremos sobrevivir a esta crisis. Nos han enseñado, nos han ayudado y ahora solo resta cumplir con las pocas restricciones existentes, para que podamos trabajar, producir y mover el aparato productivo de la región. Lo peor que nos podría pasar es que se eleve el número de contagios  que ponga en peligro la salud pública y obligue a nuestro Alcalde de nuevo a cerrar fronteras y a declarar toques de queda. El voto de confianza lo tenemos y depende de nuestro comportamiento para evadir el contagio, pues el virus está circulando entre nosotros, mientras logramos la anhelada reactivación de nuestra economía.

Como lo expresa el estudio y la academia, estamos ante un entorno VICA, que significa un entorno volátil, de incertidumbre, complejo y ambiguo, lo cual implica  la necesidad de desarrollar nuevas competencias, tales como la resiliencia y en paralelo enfocar sus esfuerzos para innovar, encaminando sus recursos hacia la obtención de una ventaja competitiva,  que entiende como aquella característica que la diferencia de su competencia y es difícilmente copiable, que una vez desarrollada las pone en una posición superior o  de ventaja en el mercado, como su nombre lo indica.  Una de las propuestas del estudio de la universidad del Rosario, que permitiría  sacar adelante el país, es que  la sociedad se vuelque  a comprar  producto nacional, comprar a campesinos y productores agrícolas locales y apoyar la creación de empresa o emprendimiento.  Ya el Gobierno Nacional está ayudando a mantener puestos de trabajo a través de los subsidios al empleo, para quienes cumplen con el pago de seguridad social de sus empleados y una serie de ayudas que son de amplio conocimiento. Muchos dirán que podrían apoyar con más iniciativas y puede ser cierto, todas las soluciones han sido creadas durante el proceso de conocer y mitigar el daño que nos ha causado este virus, razón por la cual es muy factible que continúen llegando ayudas gracias a los estudios y recomendaciones que hacen organismos internacionales y estudios como el de la Universidad del Rosario, que evidencian y no solamente diagnostican sino que aportan posibles salidas a la crisis.  El citado estudio señala que una alternativa importante que debería estudiarse, es ver la forma de reactivar las Mipymes que ya cerraron, recuperar esas empresas que ya tenían una trayectoria y know how para que renazcan, “de esta manera, el respaldo al sector empresarial se debe pensar desde la capitalización a empresas que pueden sobrevivir y a las empresas que necesitan re- activarse para volver a abrir y operar de manera segura”.

Finalmente, en el aparte de emprendimiento, el estudio asegura que tenemos el enorme reto de formar y apoyar a las personas que tengan la capacidad de innovar, creando empresas que resuelvan problemas actuales, de tal forma que se creen empleos cuyos salarios que representen mayores ingresos para las personas, respondiendo así a las necesidades que demandan los colombianos, con una verdadera articulación entre la academia, el Estado y los empresarios, podría acelerarse este proceso; de todas maneras, si algo nos deja todo esto, es resiliencia y desarrollar esta capacidad, nos permite crear, innovar, anticiparnos y gestionar el cambio, pues para salir de la crisis, lo asegura este estudio, en gran parte va a depender de la capacidad de resiliencia de los emprendedores quienes crearan nuevos negocios transformando nuestra sociedad.

También te puede interesar estas columnas

RTVC es por mandato constitucional, la voz de todos los colombianos, no del gobernante de turno.

Las cifras son contundentes, el sector agrícola representa más del 16% del PIB en Caldas, el 23.1% en Tolima, el 23,2% en Quindío y el 10% en Risaralda, cifras que superan el promedio nacional.

El espíritu de estos consejos nace de una intención noble, democratizar la política desde las nuevas generaciones para fomentar el liderazgo juvenil en los municipios, sin embargo, esa esperanza suele enfrentarse con la crudeza del sistema político tradicional colombiano.

El café es identidad y soporte económico. Sin embargo ese orgullo tolimense esconde la paradoja de ser gran productor pero pésimo exportador.

En los últimos meses el café del Tolima ha registrado hitos que muchos no terminan de dimensionar.

Hoy, aunque intentar encontrarle lógica a la muerte —y especialmente a las causas que acompañaron el siniestro en que la joven periodista desafortunadamente perdió la vida— resulta inoportuno y les competerá a las autoridades, sí es necesario hacer un llamado frente al alto índice de accidentalidad que presenta la ciudad por diferentes factores, y que, a la fecha, ha cobrado la vida de más de 40 personas en este 2025.

El campo tolimense está lleno de héroes silenciosos. En el norte, los cafeteros resisten entre lluvias desbordadas; en el sur, los arroceros hacen cuentas para ver si este año alcanzan a recuperar lo invertido; y en la cordillera, productores de caña, aguacate y cacao siguen apostando, sin saber si el precio del día siguiente los dejará respirar o los pondrá a empezar de cero.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.