Durante la reciente Mesa de Diálogo llevada a cabo en el Centro de Convenciones de Ibagué, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, pareció responder de forma indirecta a los señalamientos hechos por la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz.

Hace unos días, Marín había afirmado que no se podía actuar “desde el egoísmo”, en aparente alusión a la posición de la mandataria.

Aunque Matiz no mencionó a la defensora, su discurso hizo referencia al papel del Tolima en los procesos de reconciliación.

“Yo no soy una mujer de guerra, yo soy una mujer de paz y eso es lo que he reclamado en este territorio: paz; porque creemos que el único ejemplo de la verdadera paz total lo tenemos aquí en el Tolima”, dijo.

Y agregó: “En Planadas donde nació la guerrilla hoy la gente decidió apostarle a los cafés especiales, la gente está exportando café, los niños, los jóvenes, los adolescentes que aman este producto, eso es el Tolima. En el Tolima tenemos un corazón inmenso de hermandad, en el Tolima nosotros no le cerramos las puertas a nadie, a nadie, todos somos hermanos, pero haciendo las cosas bien”.

Durante su intervención, Matiz compartió un relato personal sobre cómo la violencia afectó a su familia en Rioblanco, su municipio natal.

Al evento asistieron firmantes del proceso de paz, incluidos exmiembros del Frente 21 de las Farc, así como víctimas del conflicto, representantes del Catatumbo reubicados en Honda, altos mandos militares y de policía, y delegados de entidades como la Procuraduría General de la Nación y la Defensoría del Pueblo.