Diferentes leridenses declararon que los alimentos que dan a sus hijos en esta institución son manipulados por personas no aptas para realizar dicha función. Además, al parecer los refrigerios escolares para básica primaria están siendo almacenados empacados en bolsas y en costales.

Los padres de familia aseguran también que se encontró que algunos de los panes que entregaron estaban vencidos y que lo peor de la situación es que es la aseadora del colegio que lava baños y demás, quien es encargada de entregar los refrigerios a los niños.

Al respecto se han realizado diferentes operativos de salubridad en la institución y se encontró además que un señor que vende raspados en el colegio, hace trueque con los niños, quienes intercambian sus refrigerios por raspados. Los resultados de los operativos arrojaron que el vendedor no cuenta con carné de manipulación de alimentos y que los refrescos son hechos con agua sin tratar.

Ante la delicada situación de salubridad, en la que también se ha conocido que el cambio de los empaques de la leche entregada a los niños causó que ésta perdiera su sabor y ahora sepa a plástico, los directivos de la institución prefirieron no pronunciarse, sin embargo, desde la división de saneamiento ambiental continuarán pendientes del caso.