El hecho se registró en el barrio Interlaken de esta capital hacia las dos de la tarde cuando la familia salió a un almuerzo en un restaurante de esta capital.
Los fascinerosos habrían llegado hasta la residencia de Candia 15 minutos después e ingresaron a la residencia tumbando la chapa. Ya al interior se apoderaron de cuatro computadores portátiles, cuatro millones en efectivo, joyas de la familia y una cantidad indeterminada de dólares.
A su regreso la familia se percató del hurto cuando verificaron que un periódico obstaculizaba la chapa y al retirarlo la puerta abrió sin problemas. Al ingresar, encontraron todo revolcado, "cajones de los armarios, mesitas de noche y las alacenas". Al realizar una inspección minuciosa verificaron las cosas faltantes.
Versiones de los vecinos aseguraban que eran dos o tres hombres sospechosos los que rondaban el sector pero no afirmaron esta versión.
De inmediato dieron parte a las autoridades quienes llegaron hasta el sitio y comenzó la respectiva investigación.