La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, presentó su renuncia irrevocable al cargo que venía desempeñando desde julio del año pasado. La funcionaria dejará oficialmente la cartera el próximo 1 de junio, alegando intentos de injerencia externa como una de las razones principales de su salida.

“Mis actuaciones no dependen de influencias, ni amenazas, persuasiones, ni interferencias o intereses políticos”, expresó Buitrago en su carta de renuncia enviada al presidente Gustavo Petro. En el documento, la ministra señala que en las últimas semanas personas ajenas al ministerio han intentado influir en sus decisiones, lo que, según ella, impide ejercer sus funciones con libertad y autonomía.

Buitrago, reconocida por su trayectoria como fiscal delegada ante la Corte Suprema y apodada la “fiscal de hierro”, fue designada como ministra en reemplazo de Néstor Osuna. Antes de su nombramiento, hizo parte de la terna de mujeres postuladas por el presidente Petro para la elección de fiscal general.

Durante su gestión, Buitrago promovió políticas enfocadas en la dignificación de las personas privadas de la libertad, la modernización del sistema judicial, la defensa de los derechos humanos y la implementación de entornos seguros y casas de justicia. Sin embargo, lamentó que los recortes presupuestales hayan limitado el alcance de estas iniciativas.

Además, su paso por el gobierno estuvo marcado por posturas críticas frente a algunas de las principales banderas del Ejecutivo. Se opuso abiertamente a la convocatoria de una asamblea constituyente y expresó reparos frente a la política de “paz total”.

En su carta, agradeció la oportunidad de haber servido al país desde el Ministerio de Justicia y reconoció el compromiso del equipo que la acompañó en su labor. También manifestó su disposición a colaborar para que la transición de la cartera se realice de manera ordenada y respetuosa.

Ángela María Buitrago es abogada de la Universidad Externado, con maestría y doctorado en Derecho penal de la misma institución. Su carrera se ha destacado por investigaciones de alto perfil, como el caso de la retoma del Palacio de Justicia, en el que acusó a altos mandos militares y recibió amenazas por su labor.

Hasta el momento, la Casa de Nariño no ha anunciado quién será su reemplazo.