"No tengo nada que ver con este incidente": Curador Uno de Ibagué se desliga del escándalo del Jeep rojo

En medio del escándalo del Jeep rojo que protagonizó una peligrosa persecución en las calles de Ibagué el pasado domingo, generando caos y daños materiales en varios sectores de la ciudad y luego de conocerse que el vehículo aún figuraba a nombre del Curador Urbano Uno, Manuel Antonio Medina Espinosa, la situación generó una rápida reacción por parte del funcionario, quien expresó su sorpresa e incomodidad por seguir figurando como propietario.
En declaraciones a Econoticias, Medina reiteró que no tiene relación con los hechos y que había entregado ese vehículo como parte de pago a la consignataria GP Motors el 3 de octubre de 2024. El acuerdo se realizó mediante un contrato de compraventa firmado con César Fabricio Ramírez Baquero, representante legal de la empresa.
“Realmente no tengo nada que ver con este incidente. El vehículo fue mío, pero desde el 3 de octubre del año inmediatamente anterior tengo el contrato de compraventa suscrito con el señor Ramírez”, afirmó Medina.
Según explicó, el traspaso del Jeep fue firmado ese mismo día, quedando en manos de GP Motors la responsabilidad de registrar el cambio ante las autoridades de tránsito y asumir los costos correspondientes. Sin embargo, hasta la fecha, la transferencia no se ha oficializado, lo que provocó que Medina aún aparezca como propietario en los registros.
¿Por qué no se formalizó el traspaso?
El Curador Uno manifestó desconocer las razones por las que GP Motors no radicó la documentación, pese a que, en experiencias previas, no había tenido problemas con la empresa.
“Desconozco por qué no se ha tramitado aún el traspaso en la oficina de tránsito. Tengo el contrato de promesa de compraventa y el traspaso firmado desde ese mismo día para que lo diligenciaran”, señaló Medina, quien también indicó que se comunicó con Ramírez exigiendo explicaciones tras conocerse el incidente.
Según señaló Medina, Fabricio Ramírez, representante de GP Motors, le informó que luego de la negociación que tuvieron, el Jeep fue vendido posteriormente a un empresario llamado Andrés Escobar, y que su hijo, Gerónimo Escobar Oyuela, fue quien presuntamente conducía el vehículo en el momento del hecho.
Finalmente, el Curador Uno, Manuel Medina, aclaró que no conoce ni ha tenido contacto con los Escobar, y reiteró su desvinculación del caso. “Agradezco a los medios como el de ustedes, que me dieron la oportunidad de aclarar la situación. No conozco a esa familia ni al joven involucrado”, concluyó.
Un problema recurrente: traspasos no formalizados
Este caso vuelve a poner sobre la mesa un problema frecuente en Colombia: la falta de diligencia en la formalización de traspasos vehiculares. Aunque exista un contrato de compraventa, la responsabilidad legal sigue recayendo sobre el titular oficial hasta que se registre el traspaso ante tránsito.
Juristas que han opinado sobre esta polémica situación, advierten que estos vacíos pueden derivar en problemas judiciales o administrativos para los antiguos propietarios, como en este caso.