Del aula a la idea: ¿Ibagué lista para emprender con inteligencia artificial?

En Ibagué puede brotar algo grande si entendemos que la inteligencia artificial (IA) no es algo distante o exclusivo de grandes compañías: es una herramienta que, bien adoptada, puede convertirse en motor de emprendimientos con propósito, más competitividad y empleo. Pero exige preparación, voluntad y corresponsabilidad.
El contexto: una apuesta nacional que nos toca participar
Entre algunas iniciativas que tiene el Gobierno Nacional viene desplegando una estrategia llamada Colombia PotencIA Digital, con la meta de construir 60 Centros PotencIA en 26 departamentos del país, dotados con infraestructura tecnológica, formación en IA y servicios digitales para comunidades locales. Estos centros no son simples espacios físicos: son apuesta por capacidades, innovación y apropiación social de la tecnología.
Ibagué ya tiene señales alentadoras: por ejemplo, la Alcaldía lanzó un programa de capacitación para que microempresas y emprendedores locales creen páginas web y aprendan a usar herramientas de inteligencia artificial en su negocio. Además, una aplicación llamada Tenkiu, desarrollada localmente, usa redes neuronales, geolocalización, comandos de voz e IA para conectar emprendedores, usuarios y repartidores con menos intermediarios. Estas iniciativas muestran que la IA ya toca las puertas de nuestra economía local.
Incluso en el sector educativo se están moviendo fichas: una alianza entre College 21 y el Centro Progresa de UNIMINUTO busca empoderar estudiantes y emprendedores con ideas basadas en IA, promoviendo esa mentalidad tecnológica desde las aulas.
¿Qué significa este momento para Ibagué?
Que la IA esté entrando al terreno local no es casualidad ni moda: es una ventana de oportunidad para quienes quieren innovar, crear servicios nuevos y competir más allá de los límites geográficos. Pero no basta con acceso a tecnología: el valor está en cómo la usamos.
Pienso en tres acciones que pueden hacer la diferencia:
1. Perfiles preparados localmente
Necesitamos técnicos, programadores, analistas de datos, diseñadores de interfaces, especialistas en ética de IA. No esperar que los expertos vengan de afuera. Si los jóvenes de la ciudad aprenden esas competencias, pueden liderar proyectos locales en lugar de acompañar proyectos de afuera.
2. Emprendimientos con propósito, no con hype
La IA es poderosa, pero aplicada con intención. Por ejemplo: sistemas que optimizan rutas de transporte urbano, plataformas inteligentes para ferias locales, asistentes virtuales para emprendimientos que operan en barrios, análisis predictivo para negocios del agro colombiano… ideas que resuelvan problemas reales del entorno cercano. Esa cercanía da ventaja.
3. Cultura de uso consciente y servicio inteligente
No solo importa tener IA: importa cómo se integra con la experiencia humana. Un chatbot o asistente digital puede automatizar atención básica, pero el toque humano debe estar presente. Quien interactúa con el cliente debe sentir que está siendo escuchado. Esa “actitud de servicio” que tanto me importa debe permear toda solución tecnológica.
Si no aprovechamos esta época, otras ciudades o regiones más ágiles lo harán por nosotros. Emprendedores de otros lugares pueden traer soluciones que podrían haber nacido en Ibagué. Lo que nos diferencia será el temprano liderazgo local: quien llega primero con talento y buen servicio construye la reputación.
Un riesgo también es caer en desarrollos que no resuelven lo local, sino que repiten modelos genéricos sin conexión con la realidad económica, cultural o social de Ibagué. Esa es una brecha que tenemos que evitar con creatividad e inteligencia.
Desde mi rol, acompaño procesos, proyectos y personas que sueñan con aportar. No hago promesas vacías ni slogan de tecnología: creo en la transformación real. Este momento exige que quienes hoy tienen semilla en mano —emprendedores emergentes, docentes, estudiantes, profesionales, pequeñas empresas— reaccionen con curiosidad, disciplina y valentía para aprender, probar y construir. La IA puede ser un camino, no un destino. Y más que algoritmos, lo que necesitamos cultivar es actitud humana.
Si Ibagué logra que su gente no solo use IA, sino la haga servir con sentido, podría ser una ciudad que no solo adopta la tecnología, sino la lidera en su contexto. Eso le da un sello distintivo a su marca regional.
Si tuvieras la oportunidad de construir el primer emprendimiento local con IA, ¿Qué problema de Ibagué resolverías primero?