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¿Error político o crimen histórico? Dos voces tolimenses analizan las verdades del Palacio de Justicia, 40 años después

A cuatro décadas de la tragedia que marcó la historia judicial del país, los tolimenses Alfonso Gómez Méndez y Jaime Orlando Santofimio reflexionaron en el Ping Pong Político sobre las heridas que aún no cierran, el papel del Estado y la necesidad de preservar la verdad histórica.
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Ecos del Combeima
6 Nov 2025 - 9:12 COT por Ecos del Combeima

En el marco de los 40 años del Holocausto del Palacio de Justicia, la emisora Ecos del Combeima realizó una transmisión especial de su espacio Ping Pong Político, desde la Plaza Alberto Núñez, ubicada en el Congreso de la República.

El especial contó con la conducción del gerente de la emisora, Juan Pablo Sánchez, quien moderó el diálogo entre dos invitados de alto perfil en el ámbito jurídico colombiano: Jaime Orlando Santofimio, exmagistrado del Consejo de Estado, y Alfonso Gómez Méndez, exministro de Justicia, exfiscal general de la Nación y exprocurador general de la Nación.

Durante el programa, se abordaron temas relacionados con la memoria histórica del Palacio de Justicia, el impacto institucional del hecho ocurrido en noviembre de 1985, y las implicaciones que aún resuenan en el sistema judicial colombiano.

El exmagistrado Santofimio recordó que el Consejo de Estado ha emitido decenas de sentencias que determinan la responsabilidad del Estado en los hechos, por el uso desproporcionado de la fuerza durante el operativo militar.

“Hay que mirarlo desde contextos diferentes. Si se hace un juicio político, el M-19 tiene una enorme responsabilidad por tomarse uno de los poderes del Estado; pero también hay responsabilidad jurídica del Estado por el exceso en la retoma. El Consejo de Estado condenó al país por la desproporción en la respuesta militar”, señaló.

El jurista explicó además que la incursión del M-19 en el Palacio fue “un error político profundo”, incluso si existían inconformidades con el proceso de paz que se adelantaba con el gobierno de Belisario Betancur.

“No hay razón válida para haber entrado al Palacio disparando. Fue un acto cobarde y diabólico. Detrás hubo una trama mafiosa vinculada con el narcotráfico, especialmente con Pablo Escobar”, afirmó Santofimio, quien insistió en que esos expedientes deben seguir siendo estudiados por las nuevas generaciones.

Por su parte, Alfonso Gómez Méndez coincidió en que la responsabilidad principal recae sobre el M-19, al considerar que la toma fue un acto “criminal y torpe”.

“Solo alguien que no conociera este país podía creer que el establecimiento se iba a mover por los magistrados. Este Estado ha negociado siempre con terroristas, pero la tragedia del Palacio fue un acto sin sentido, que terminó con el país arrodillado ante la violencia”, expresó el exministro.

Gómez Méndez también recordó que a los integrantes del M-19 se les otorgaron varias amnistías sin que se les exigiera decir la verdad sobre lo ocurrido.

“Les dieron dos, tres amnistías. Incluso en 1992 una juez desconoció ese perdón por tratarse de actos de ferocidad y barbarie, pero el establecimiento volvió a tramitar una nueva ley. En Colombia, lo político siempre termina prevaleciendo sobre lo jurídico”, recalcó.

Ambos invitados cuestionaron que, cuatro décadas después, algunos sectores políticos intenten reinterpretar los hechos.

“Pretenden lavar la cara de ese error histórico y presentar al M-19 como víctima del holocausto. No es cierto. Los documentos de la Comisión de la Verdad lo desmienten”, enfatizó Santofimio.

Gómez Méndez añadió que “el M-19 nunca contó toda la verdad sobre sus nexos con la mafia y su papel en la lucha contra la extradición”, y advirtió que hoy se pretende “reescribir la historia con discursos de plaza pública”.

Finalmente, los dos coincidieron en que la tragedia del Palacio no fue la causa directa del nacimiento de la Constitución de 1991, como algunos sectores sostienen.

“La nueva carta política fue producto de un proceso posterior, impulsado por el presidente Barco. El M-19 ya estaba reinsertado. La Constituyente no fue un premio, fue una decisión política del Estado”, aclaró Gómez Méndez.