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Los jóvenes colombianos gastan en moda, entretenimiento y tecnología

En coherencia con su vida digital, los jóvenes usan más canales virtuales y productos personalizados, lo que impulsó un crecimiento del 387 % del ecosistema fintech en Colombia y llevó el crédito digital a particulares al 27,8 % del mercado.
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El consumo inmediato y digital refleja la forma en que las nuevas generaciones se relacionan con las finanzas.
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3 Oct 2025 - 10:00 COT por Alfonso Aya Roa

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en las economías emergentes los jóvenes representan cerca de un tercio de la población en edad de trabajar, es decir, de la fuerza laboral potencial.  

Ese peso demográfico ya se siente en Colombia, donde esta generación está cambiando la forma de gastar y de relacionarse con el ecosistema financiero, enfocados en gozar de una mejor experiencia, acceder a productos y servicios más digitales y con una mayor tendencia al consumo inmediato.

Según cifras de la Superintendencia Financiera de Colombia al corte del mes de abril, el consumo de los hogares llegó al 77 % del PIB en 2025, el nivel más alto en dos décadas, en parte impulsado por un aumento real de los ingresos laborales (9,2 %), por la caída de precios en los bienes durables y por la incertidumbre global que lleva a que se elija comprar en el presente y no postergar esta decisión para más adelante. 

El cambio también es cultural, la población joven opta por el autoempleo, lo que ha transformado su visión de estabilidad laboral y financiera. Al mismo tiempo, valoran las experiencias y la flexibilidad de trabajar desde distintos lugares del mundo, con un estilo de vida que no necesariamente prioriza las decisiones de largo plazo como la compra de una vivienda.

En línea con su vida digital, los jóvenes recurren cada vez más a canales virtuales y demandan productos más personalizados. En línea con lo anterior, según datos de la Superintendencia Financiera de Colombia, la participación de los canales no presenciales en el ecosistema financiero pasó de 32 % en 2009 a 82 % en 2024 sobre el total de operaciones, mientras que los canales presenciales cayeron de 68 % a 18 % en el mismo periodo.

“El consumo inmediato y digital refleja la forma en que las nuevas generaciones se relacionan con las finanzas. El reto del sistema financiero es ofrecer productos flexibles, que satisfagan necesidades particulares y acompañarlos con educación financiera para vivir el presente sin poner en riesgo la  estabilidad futura de su clientela más joven”, afirmó Clara Escobar, directora ejecutiva de la Asociación de Compañías de Financiamiento, AFIC.

En lo que gastan

De acuerdo con datos de Raddar y de EY, el gasto de los jóvenes se concentra en moda, entretenimiento y tecnología. También destacan su preferencia por experiencias presenciales como conciertos, festivales o planes gastronómicos, que combinan con herramientas digitales como compras en línea y pagos sin contacto. Además, ambos estudios destacan que esta generación muestra una mayor disposición por productos y servicios sostenibles y éticos.

Esa búsqueda de sostenibilidad y coherencia ética también se extiende a los productos financieros que utilizan, e incluye las aplicaciones y plataformas que emplean así como las entidades a las que deciden vincularse. Es por eso que, para el sistema financiero, es una realidad ofrecer soluciones que no solo sean digitales y flexibles, sino que también respondan a estándares de responsabilidad social y ambiental cada vez más demandados por la gente joven.

“El cambio en las nuevas generaciones no está solo en sus hábitos de consumo sino en la conciencia ambiental y ética que guían sus decisiones. Es por eso por lo que, con la implementación del SARAS, el marco regulatorio que exige a las entidades vigiladas por la SFC, gestionar los riesgos sociales, ambientales y climáticos-, la sostenibilidad en los productos financieros es una realidad presente en nuestro país. Hoy, bancos y compañías de financiamiento avanzan en integrar estos criterios en el corazón de su negocio, en línea con lo que demandan las nuevas generaciones.”, añadió Escobar.

El dinamismo de los jóvenes y la capacidad de adaptación de las entidades que integran el ecosistema financiero, genera un círculo virtuoso donde todos salen ganando; los primeros accediendo a productos y servicios cada vez más personalizados, sostenibles y digitales, y las entidades enriqueciendo su oferta de valor que resulta cada vez más ágil, asertiva, cercana y eficiente.