Sin suministro de agua potable se encuentran los habitantes de los barrios Colinas I y Colinas II debido a las fuertes lluvias de los últimos días, y a pesar de la contingencia, al parecer no ha sido posible consolidar una solución definitiva que garantice la prestación del servicio.

Felipe Novoa, presidente de la Junta de Acción Comunal, dijo que las plantas de tratamiento que operan en ese sector se ven afectadas por los altos niveles turbiedad que impiden a su vez el desarrollo de los procesos de potabilización y distribución del agua en los hogares.

"Vino el carrotanque del IBAL a suministrar agua, pero esa no es la solución porque cada habitante coge dos o tres valdados y eso escasamente le alcanza para los servicios básicos. Ha sido una situación difícil, el agua no tiene presión, a veces llega a las partes bajas, pero no a un segundo o tercer piso", sostuvo Novoa.

Así mismo, manifestó que las presuntas políticas de racionamiento estarían limitando el servicio por periodos máximos de media hora, y agregó que al no existir medidores en las residencias, resulta mucho más complejo establecer un control efectivo.

"Cada que llueve estas quebradas se crecen, hay desprendimiento de tierra (...) hemos hablado con el alcalde, pero nos dice que se soluciona ese problema cuando empiece a operar el Acueducto Complementario. Eso también lo vemos un poco lejano", puntualizó el presidente de la JAC.