El río Chipalo, una de las principales fuentes hídricas de Ibagué, se encuentra en emergencia ambiental. Así lo denunció la Personería Municipal durante una jornada pedagógica con estudiantes del colegio Niño Jesús de Praga, donde se evidenció el vertimiento de aguas residuales sin tratamiento y una alarmante acumulación de basura.

En medio del Día Internacional del Medio Ambiente, el personero Eduardo Espinosa Palacios no solo alzó la voz, sino que tomó acciones legales: interpuso una acción popular contra Cortolima, la Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué, a quienes responsabiliza por el deterioro ambiental de ríos y quebradas en la ciudad.

“Encontramos vertimientos de aguas residuales sin ningún tipo de tratamiento, que llegan directamente al afluente; mucha basura, mucha contaminación”, afirmó Espinosa con contundencia.

Según datos revelados por la Personería, solo el 14% de las aguas residuales de la ciudad pasan por alguna planta de tratamiento, mientras que el 86% restante va directamente a los cuerpos hídricos. Esta situación no solo compromete el equilibrio ecológico, sino también la salud de cientos de familias ibaguereñas.

La acción legal hace parte de la estrategia “Pacto por el agua, Pacto por la vida”, una campaña que busca activar la participación ciudadana, ambientalistas, juntas de acción comunal y universidades en la defensa de los recursos naturales.

“Hoy, la defensa del territorio implica una defensa férrea del principal elemento de la vida: el agua. No se trata solo de cumplir con normas, sino de garantizar el derecho fundamental a un ambiente sano”, concluyó el funcionario, haciendo un llamado urgente a la corresponsabilidad social e institucional.