El pasado 6 de agosto Ariel Augusto Medina fue designado como nuevo contralor de Ibagué, luego de un largo proceso en que se presentaron varios tropiezos que dilataron el nombramiento oficial de un nuevo jefe de la entidad.

Durante las últimas semanas Medina se ha dedicado a adelantar el empalme con el contralor que fungió en calidad de empalme, Julio César Vázquez, para conocer el estado en que recibe la entidad.

“Informé a los concejales que el contralor encargado no cumplió con entregar el informe completo y al día de ayer se puso la denuncia ante la Procuraduría por la información pendiente y se presentaron los informes que se exigen en la Ley 951 del 2005 en el empalme”.

El contralor calificó de deficiente la gestión que se realizó dentro de la Contraloría en el 2018 al compararse con los años anteriores e indicó que el proceso de cobro coactivo ha sido muy lento, pues mientras en el 2017 se gestionaron 390 millones en el presente año apenas van 10 millones de pesos.

El contralor Medina afirmó que se adelantarán acciones jurídicas pero sí se entrará a fortalecer el equipo de trabajo para sacar adelante los procesos que se encuentran represados.

“Según el informe a 31 de julio del 2018 teníamos recursos sin comprometer por 18 millones de pesos.  Hay hallazgos en el Ibal, en la Gestora Urbana una entidad recurrente en los últimos 5 años por el no cobro de arrendamiento o no titulación de bienes e incluso por la evaluación de los mismos bienes inmuebles, la Gestora es la entidad que infortunadamente cada año presenta hallazgos del mismo tema.