La Cámara Fedemol de la ANDI presentó un análisis del cierre de año 2023 y las perspectivas para el sector en el año entrante. Su directora ejecutiva Pilar Ortiz, entregó una visión sobre los desafíos enfrentados y las expectativas para el futuro.

Según Fedemol, el 2023 fue un año caracterizado por desafíos significativos para la industria de molinería de trigo en Colombia. La falta de solución a la crisis geopolítica entre Rusia y Ucrania impactó directamente en los precios internacionales del trigo, generando una volatilidad sin precedentes. A pesar de los esfuerzos por estabilizar los precios, la fluctuación persistió, afectando la oferta mundial y los precios de este importante commodity agrícola.

Dicha situación, combinada con el aumento del precio del dólar, la inflación en la categoría de alimentos y la entrada en vigencia del impuesto a los productos comestibles ultra procesados, con una tarifa de 10% a final de año y una tarifa del 15% a partir del primero de enero del 2024. Lo que resulta en una disminución del consumo y desafíos financieros para las panaderías de barrio.

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El 2023 cerró con 1.700.000 toneladas de importación de trigo, una disminución significativa comparada con las 2.000.000 de toneladas importadas en 2022. Este descenso refleja las adversidades experimentadas durante el último trimestre del año.

"El año pasado fue difícil para la cadena de alimentos derivados del trigo. La incertidumbre en los precios del trigo, junto con el impacto de la inflación y la entrada en vigor del impuesto a los productos comestibles ultra procesados, afectaron a nuestras panaderías de barrio. Muchas de ellas experimentaron una disminución significativa en sus ventas hasta del 30% en las categorías de galletas y pastelería, lo que condujo al cierre de algunas de ellas, por la importancia que estos alimentos representan en la utilidad del negocio", indicó Pilar Ortiz, directora ejecutiva de Fedemol.

"Sin embargo, estamos optimistas en el 2024 y estamos trabajando para superar estos desafíos promoviendo el consumo de pan con menos ingredientes de interés en salud pública como el azúcar, la grasa y el sodio, agregó.

En cuanto a las expectativas para el 2024, Fedemol  proyecta un panorama de recuperación y crecimiento. Se espera una disminución en la inflación de alimentos, lo que podría mejorar el poder adquisitivo de los hogares colombianos y estimular el consumo de pan y de pastas. 

Desde la Cámara Fedemol se enfatiza en la importancia de promover el consumo de panes y galletas que contengan un mayor porcentaje de harina de trigo destacando la calidad nutricional de la harina de trigo fortificada con y minerales. Adicionalmente, promover el consumo de pastas como plato principal, una muy buena opción desde el punto de vista nutricional con un atractivo precio. 

"Es fundamental que los colombianos reconozcan el valor nutricional de los alimentos derivados del trigo y apoyen a la industria nacional. Nuestra harina de trigo es 100% colombiana y ofrece beneficios nutricionales adicionales debido a la fortificación con vitaminas y minerales. En un contexto de desafíos económicos, es crucial respaldar a nuestras panaderías de barrio y promover un mayor consumo de productos de trigo", puntualizó Pilar Ortiz.