En busca de mayor sostenibilidad y aporte al medio ambiente, la Universidad de Ibagué le apostó a la energía solar, eligiendo como aliado a Celsia en su transición hacia energías más limpias.

Esto gracias a la instalación de un techo solar con 216 paneles que logran cubrir el 30% del consumo energético de la institución, dejando de emitir 93 toneladas de CO2 al año. 

“Unibagué demuestra su compromiso por un mundo más sostenible (...) Hoy celebramos su apuesta por un mundo más sostenible, eligiendo a Celsia como su aliado en la transición hacia energías más limpias”, indicó la empresa de energía del Grupo Argos.

Este acontecimiento es una gran apuesta institucional para convertirse en una universidad verde para su operación diaria, al ser un recurso inagotable y renovable al proceder del sol.

La energía solar no emite gases de efecto invernadero, por lo que no contribuye al calentamiento global. De hecho, se muestra como una de las tecnologías renovables más eficientes en la lucha contra el cambio climático. 

De todas estas ventajas, es importante destacar que no emite sustancias tóxicas ni contaminantes del aire, que pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente y el ser humano.