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Claves para una temporada productiva en la siembra en maíz

Este cultivo participa con el 12% de la superficie de siembra del país, y es el cuarto más importante en términos de área sembrada, después del café, el arroz y la palma de aceite.
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Maiz
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Suministrado
20 Abr 2024 - 8:44 COT por Juan Pablo Corredor

Con el inicio y avance de los ciclos de siembra de maíz en Colombia, llegan nuevas oportunidades y retos para los agricultores. Por eso, es importante trazar una ruta que permita afrontar adversidades para tener éxito en la temporada de cosecha. En este proceso agronómico la innovación y la tecnología son aliadas estratégicas.

Entre las recomendaciones para alcanzar un mayor rendimiento y calidad en los cultivos de este cereal, que es considerado un insumo fundamental en la alimentación de los colombianos, está tener una planeación previa de la comercialización del grano y claridad del presupuesto que se requiere para maximizar el potencial del cultivo.

De acuerdo con Héctor Rincón, líder de la categoría de semillas de Corteva Agriscience, “es necesario tener definidos aspectos como claridad de las fechas de siembra determinadas para cada región por el ICA, análisis y proyección de costos de maquinaria e insumos, mano de obra, y fuentes de financiación. También es importante precisar con tiempo si se requiere apalancamiento monetario a través de entidades bancarias o proveedores”, explica.

De la misma forma, resulta clave concretar el destino del cultivo, venta y comercialización del mismo para definir los materiales de maíz más adecuados a su uso post cosecha.  En ese sentido, previo al inicio del ciclo, se recomienda:

Revisar las condiciones del suelo, la nutrición y los factores climáticos para preparar el terreno y el manejo de siembra que garantice un buen arranque del cultivo.

Lo recomendado es contar con semillas híbridas de alta calidad poque resultan  más tolerantes a los efectos del cambio climático y el ataque de plagas y enfermedades; además generan un alto potencial productivo, mejoran las expectativas de rendimiento y cumplen con las necesidades de la industria en cuanto a calidad del grano, color, aspectos nutricionales y otras especificaciones para la producción de  balanceados para animales y de alimentos a base de este importante cereal, como arepas, empanadas, entre otros.

Sembrar con semillas certificadas y debidamente tratadas, acompañadas de un manejo agronómico adecuado; asegurarán que la población plantada por hectárea maximice su producción y llegue a buen término a cosecha.

Recuerde brindarles a los cultivos las condiciones óptimas en densidad y profundidad de siembra, humedad y protección, sobre todo en los primeros 30 días del establecimiento de la siembra.

Otra de las prioridades debe ser el manejo de la maleza y de plagas como el Dalbulus maidis que causa tanto daño a las plantaciones, por ello es indispensable hacer monitoreo con trampas, aplicar insecticidas cuando se sobrepasen los umbrales económicos de la plaga y hacer rotación de cultivos.

Es igualmente necesario estar alerta ante la aparición de plagas como chinches, tierreros y enfermedades foliares. Recuerde que la labor de monitorear las hojas y la mazorca es fundamental.

Según un informe de la Bolsa Mercantil de Colombia, el maíz es un alimento básico en la dieta familiar y sirve como materia prima de otros alimentos y productos. Este cultivo participa con el 12% de la superficie de siembra del país, y es el cuarto más importante en términos de área sembrada, después del café, el arroz y la palma de aceite.

En la agricultura, la adversidad conduce a mayor eficiencia

En ocasiones las dificultades pueden convertirse en una oportunidad para desarrollar mayor fortaleza. Evidencia de ello, es el caso de los agricultores que han sabido adaptarse a situaciones complejas, como el cambio climático.

Los desafíos que trae cada ciclo de siembra se han podido sortear tomando decisiones acertadas como invertir en infraestructura para el almacenamiento del grano, seleccionar adecuadamente los nichos de comercialización y ser eficientes en los costos de producción.

Finamente, contar con un asistente técnico es muy importante para lograr labores más eficientes en el cultivo y áreas de siembra más sostenibles y productivas. La constancia implica cuidar los cultivos y aprender continuamente sobre nuevas técnicas agrícolas, que los llevarán a ser mejores cada día.