En diálogo con Econoticias, los abogados Jaime Cáceres y Yimminson Rojas hicieron un análisis detallado de los cambios más relevantes que propone la Reforma Laboral, actualmente en discusión en el Congreso de la República. Entre los temas abordados estuvieron los contratos a término fijo, el pago por horas, el aumento del recargo dominical y los impactos para pymes y trabajadores independientes.

Según Cáceres, la reforma fue revivida por medio del artículo de apelación, tras haber sido negada en la Comisión Séptima del Senado, “se revivió con la iniciativa de poder evitar los gastos y trámites de una consulta, que en su mayoría ya estaba contenida en esa reforma laboral”, explicó.

Uno de los temas sensibles es la jornada nocturna, que comenzará a las 7:00 p.m. como se aprobó inicialmente, “se tenía previsto un régimen de excepción para las pymes, pero no fue incluido en la ponencia. Se espera que ese punto se discuta nuevamente en plenaria”, puntualizó el abogado.

Otro cambio relevante es el límite de cinco años para los contratos a término fijo, “antes era más grave. El proyecto original prohibía totalmente este tipo de contrato. Ahora se estableció un margen de cinco años, lo cual es un alivio para las empresas”, señaló Cáceres.

Desde el punto de vista sindical, Rojas explicó por qué esta figura siempre ha sido rechazada: “Se ha creído que el contrato a término indefinido genera más estabilidad laboral. En cambio, el contrato fijo permite una terminación anticipada sin indemnización si se preavisa con 30 días”.

Sobre beneficios laborales, se mantuvo la norma que otorga un día libre a quienes vayan en bicicleta al trabajo durante seis meses. Además, el recargo dominical y festivo aumentará gradualmente: “A partir del 1 de julio subirá al 80%, luego al 90% y en 2027 llegará al 100%”, explicó Rojas.

Uno de los aspectos más controversiales es el régimen de transición, “no se establece hasta cuándo están vigentes los contratos a término fijo ni cuándo empezarían a aplicar los indefinidos tras cinco años. Eso podría generar demandas”, advirtió Cáceres.

Respecto al contrato para los aprendices del SENA, se mantendrán las condiciones actuales: 75% del salario mínimo en la etapa lectiva y 100% en la productiva. “Esto evita que las empresas dejen de vincular aprendices por costos y prefieran pagar la cuota de monetización”, explicó Rojas.

Ambos expertos destacaron los avances en contratación por horas o tiempo parcial, lo que facilitaría que trabajadores en sectores como restaurantes, comercio o servicios domésticos puedan cotizar seguridad social. Además, se permitiría que quienes ganan menos de un salario mínimo puedan aportar proporcionalmente.

Sobre el impacto económico general, Cáceres afirmó: “Desde el punto de vista laboral, social, político, la reforma es encantadora. Pero desde lo económico y empresarial, es lesiva. Y si le sumamos la pensional, será negativo, porque los activos hoy sostienen parte de los pensionados”.

Finalmente, frente a una eventual consulta popular, Rojas aseguró que, si se aprueba el 65% o 70% de la reforma presentada inicialmente, “quedaría sin piso la consulta. Aunque el Gobierno ha sumado otras preguntas sobre salud, habrá que ver hasta dónde le alcanza la cuerda”.