Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

¡Todo está muy caro!

No como la que proponen agitadores demagogos, una reforma que regala todo, que entrega todo, no sirve, produciría más miseria y ni hablar de las propuestas económicas de entregar todo al Estado.
Imagen
Crédito
Ecos del Combeima
7 Feb 2022 - 8:24 COT por Ecos del Combeima

Es la expresión más común por estos días, pasado ya el primer mes de año. Los hogares colombianos han sentido con fuerza el rigor de los errores del Gobierno de Iván Duque, en materia económica. La inflación alcanzando cifras inesperadas ha causado alzas en todos los productos de la canasta familiar. Los útiles escolares registraron incrementos de más del 40 %, además del aumento en las pensiones, recorridos y demás pagos que millones de padres de familia realizan a principio de año. 

Del “gran” video sobre el aumento del salario mínimo, solo quedan críticas. Promocionar un ajuste, que contrasta con el crecimiento del costo de vida, es un saludo a la bandera, un esfuerzo sin frutos y un aumento que deja más dinero circulante que a la postre afecta el bolsillo de los menos favorecidos. Es decir, en teoría se gana más, pero el poder adquisitivo se mantiene a la baja, lo que genera con el nuevo salario mínimo alcanza para menos que con el anterior. Ósea, que lo que el año pasado costaba 100 pesos hoy cuesta 130 pesos. 

Y ni hablar de la gasolina, el combustible que se cobra en Colombia, es de los más alto del continente, lo que, como una reacción en cadena, genera incremento en todo. El trasporte de alimentos, mercancías y demás dependen del costo de la gasolina. Pequeños y medianos empresarios han tenido que cerrar sus negocios, no solo por los estragos de la pandemia, recordemos que el 2019 marcó una crisis económica derivada de la muy baja inversión extranjera y del proceso de devaluación del peso que se agudizó en 2020. Las importaciones crecieron, peor la exportación bajó ostensiblemente. 

La pobreza ante este panorama crece sin control, y más del 70 % de las familias en el país se han visto obligadas a realizar ajustes que desmejoran ostensiblemente su calidad de vida. Se ha indicado que de este porcentaje muchas familias solo consumen alimentos dos veces al día, otro porcentaje lo hace una sola vez. En Colombia, la mayoría de los ciudadanos sobreviven con menos de dos dólares diarios, una cifra más que preocupante. 

El hambre, la desnutrición y las enfermedades que ello deriva, están afectando a niños y adultos, las muertes por esta causa aumentan y son el reflejo de las grandes brechas sociales que son causadas por las políticas económicas equivocadas.

Otro gran damnificado de este caos económico, es el sector campesino. Las indescriptibles condiciones de vida de quienes labran los campos son sencillamente inhumanas. Trabajan a pérdida, los insumos agrícolas son incomparables, las cadenas de comercialización son implacables con los productores a quienes les compran a muy bajos precios. Se requiere con urgencia una reforma agraria pertinente, que garantice estabilidad, industrialización y posesión de tierras, pero de forma controlada, vigilada y segura. 

No como la que proponen agitadores demagogos, una reforma que regala todo, que entrega todo, no sirve, produciría más miseria y ni hablar de las propuestas económicas de entregar todo al Estado, debilitando a los privados que generan empleo y riqueza en el país. Ojo con esos personajes, da miedo, todo extremo es malo.

También te puede interesar estas columnas

¿Qué pasaría si este junio no fuera solo una celebración, sino el despertar de un modelo cultural y creativo que moviera a Ibagué durante todo el año?

La buena noticia de la confianza, esa que las Startups en Colombia han cosechado ellas mismas sin depender de nadie, es que con simples señales es la que más rápido mueve una economía.

Ojalá todos tuviéramos la posibilidad de ser la mitad de buenas personas como lo son nuestras propias madres. Tal vez no existirían las injusticias, ni los desamores. Mucho menos existiría la violencia y ningún ser humano en el mundo se acostaría sin comer así fuera el más pequeño de los alimentos.

Ibagué, reconocida por su cultura musical y su ubicación estratégica en el corazón del Tolima, enfrenta un problema económico que opaca su potencial, una tasa de desempleo persistentemente alta.

Dicen que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Pero el pasado primero de mayo, en la Plaza de Bolívar, parecía más bien el gobierno del pueblo, con espada, bandera de guerra y amenaza incluida.

Uno de los renglones más interesantes y entrañables de la ganadería es la producción de leche. Un dato destacable es que gran parte de nuestro inventario bovino está compuesto por vacas destinadas a la producción lechera o de doble propósito (es decir, leche y carne).

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.