El debate de la presencialidad

La pandemia que nos golpea desde el año pasado, nos ha hecho adaptar a una nueva realidad respecto a lo que veníamos acostumbrados a vivir. La economía, el empleo, las relaciones interpersonales, el comercio, el gobierno, universidades, colegios, etc; todo y todos, hemos tenido que sufrir las consecuencias de esta situación. No obstante, son los niños los que sin duda se han llevado la peor parte, pues se interrumpió un aspecto esencial para su desarrollo: compartir con otros niños, disfrutar de las actividades al aire libre, adquirir conocimientos y en general, el hecho de no volver a clases les genera serios problemas de aprendizaje.
El atraso en primaria, sobre todo, para cualquier estrato social, es enorme; los que tienen acceso a conectividad creen que con eso están educando a sus hijos y no es cierto, y en el caso de los que no tienen la posibilidad de un computador o tablet con internet es más dramático, ya que están en una desventaja inmensa.
De ninguna manera se debe insistir en continuar bajo la modalidad de clases virtuales, toda vez que, sumado a la falta de medios tecnológicos, se encuentra la falta de preparación del personal docente para esa pedagogía en específico. También, lo anterior contribuiría a que aumente la cifra de deserción escolar, que en 2020 fue del 2,2 por ciento, según las últimas cifras del Ministerio de Educación.
El debate se suscita en que el gobierno Nacional a través del Ministerio de Salud publicó la resolución 777 de 2021, con la que se dan nuevos lineamientos para la reactivación de varios sectores, entre ellos los colegios. Se espera que con estas medidas se dé el regreso a la presencialidad en todas las instituciones públicas del país a partir del 15 de julio.
El Ministerio de educación destinó 400.000 millones de pesos para la adecuación de las instalaciones educativas en el país con el propósito de cumplir con los protocolos de bioseguridad, dinero que fue dado a las secretarías de Educación entre julio y noviembre del año pasado. Pero, según información dada por el diario El Tiempo, se conoció que, a cierre de 2020, de esos recursos apenas 64.584 millones de pesos fueron ejecutados por las secretarías, lo que equivale a una ejecución del 16,1%. Situación que al parecer no ha tenido un avance significativo, porque ese es uno de los reclamos de los profesores al aducir que aún no se cumple con las adecuaciones físicas para poder reiniciar las clases presenciales e Incluso, algunos docentes han interpuesto acciones legales con ese propósito.
En medio de la discusión, reitero, los que más pierden son los niños; entonces, para no sumarle una confrontación más a este país, ni el gobierno debe obligar a los profesores a la presencialidad, ni los profesores deben cerrarse a la banda, pues se puede volver de manera gradual, alternando horarios, cursos y días, pero por favor, hay que volver.