Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

Empresas de servicios públicos: es ahora o nunca

Semana decisiva para las empresas de servicios públicos en Colombia. La gente se ‘mamó’. O comienzan a devolver la plata a los usuarios o el problema va a ser mayor. Ya no es suficiente con imponerles multas, así sean de miles de millones de pesos. Por: Ricardo Ferro.
Imagen
Crédito
Ecos del Combeim
9 Jun 2020 - 9:21 COT por Ecos del Combeima

Estamos en un punto en el cual, las soluciones tienen que atender el problema de fondo de los usuarios, es decir, el valor de las facturas. Y no es que se tenga que regalar el servicio que se está prestando, pero tampoco llevar al límite y hasta sobrepasar la capacidad de pago de las familias colombianas.

Cuando arrancó este año 2020, seguramente las proyecciones de las empresas eras muy distintas a las que tiene ahora. Y si se trata de unidades de medida (metros cúbicos, kilovatios, etc.), con absoluta seguridad se ha facturado mucho más de lo que se esperaba. Luego, claramente las empresas deben haber mejorado sus ingresos. El problema real está al otro lado de la mesa, donde se encuentran los que pagan.

El Gobierno Nacional ha venido expidiendo normas que beneficien a los usuarios. Sin embargo, lo anterior no significa que las empresas estén aportando como deberían en medio de esta crisis.

La operación es sencilla: si venden más unidades de medida, ganan más. Por lo anterior, no solo deberían obedecer el mandato presidencial y congelar sus tarifas, sino ir más allá y bajarlas, motu propio. Sí, bajarlas, de manera que haya una consideración con los usuarios, quienes en su gran mayoría, por no decir que todos, han visto disminuir sus ingresos.

Y es que mientras el común denominador en la actual crisis ha sido la disminución de la facturación de la empresa privada, llegando a casos extremos cómo está ocurriendo con el sector turismo, las aerolíneas, los bares, los restaurantes, etc, etc, etc., en el gremio de los servicios públicos, es escenario es al contrario, como se estresó en la parte superior.

Claro, se trata de servicios esenciales, pero es ridículo comparar el consumo de una familia antes del aislamiento y durante el mismo. Facturas que se duplicaron, triplicaron y hasta cuadruplicaron. Usuarios que se demorarán 24 meses en pagar lo que consumieron en un mes.

Luego, con este panorama, es urgente cambiar el modelo. Si las empresas de servicios públicos tienen que perder un poco, o mejor, tienen que sacrificar algunas utilidades, lamentablemente lo tendrán que ver como una opción y como una inversión a largo plazo. De lo contrario, muchos usuarios van a terminar sin poder pagar. No porque sean ‘mala paga’, como se le dice popularmente a los que no pagan sus deudas, sino porque no van a tener de donde. Y por otro lado, ya el Gobierno dio lo que podía, y hasta mas. Acá las únicas que faltan por poner, son las empresas de servicios públicos.

Que pongan, y que lo hagan ya. Que cambien igualmente esas tarifas ‘castigo’, que se aplican después de determinado consumo, porque, valga la pena expresarlo, esos cálculos estaban hechos para unas familias que pasaban la mayor parte del día fuera de sus casas, trabajando y estudiando, y llegaban a sus casas a dormir. Ahora, los miembros de esas mismas familias, están las veinticuatro horas encerrados, prendiendo electrodomésticos, abriendo llaves, cocinando y haciendo teletrabajo, con lo cual, evidentemente los consumos se han incrementado.

Termino reiterando este llamado, que si bien tiene un sustento constitucional en el principio de la ‘solidaridad’, es un llamado eminentemente humanitario. Jurídicamente, las empresas públicas tendrán las de ganar, pero de no bajar sus tarifas, reconsiderar algunos cargos y hasta aplicar la retroactividad para lo facturado desde que se incrementaron los consumos por cuenta del aislamiento, terminarán siendo los grandes verdugos de las familias colombianas en medio de esta crisis.

Saque de banda: una cosa es el llamado a la solidaridad en lo que tiene que ver con las tarifas y otra muy distinta el el llamado a la sensatez por el cobro que se hizo por ‘promedio’. En este caso, las empresas están en mora de devolverles a los usuarios el dinero correspondiente. Ya les clavaron una multa. Pero hay que devolver ese dinero y recuperar la confianza de los usuarios. Lo que sucedió fue lamentable, pero el daño debe resarcirse.

Saque de Banda II: Teniendo en cuenta anterior, decidí ir más allá y este viernes lideraré un debate de control político en la Comisión Quinta de Cámara. Estarán presentes, además de los congresistas: la Ministra de Minas y Energía, la Superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios, el Director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, las empresas de servicios públicos y los más importantes, los usurarios.

También te puede interesar estas columnas

Entre otras muchas cosas Panamá ha logrado convertirse en destino de grandes y pequeñas inversiones, pero especialmente en el lugar predilecto para la inversión internacional de los colombianos que según datos consolidados del Banco de la República ascendió a US$556 millones durante el primer semestre de 2024, superando destinos históricos como España, USA y México; cifra que tiende a incrementarse dado el nuevo protagonismo económico del país vecino y nuestra propia incertidumbre política.

Ibagué ha figurado constantemente entre las ciudades con mayores índices de desempleo en Colombia. En el primer trimestre de 2025, la tasa de desocupación local alcanzó 15,8%, ocupando el cuarto lugar nacional. Esta cifra supone un aumento de 0,8 puntos porcentuales frente al mismo periodo del año anterior.

Ibagué, reconocida por su cultura musical y su ubicación estratégica en el corazón del Tolima, enfrenta un problema económico que opaca su potencial, una tasa de desempleo persistentemente alta.

Dicen que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Pero el pasado primero de mayo, en la Plaza de Bolívar, parecía más bien el gobierno del pueblo, con espada, bandera de guerra y amenaza incluida.

Uno de los renglones más interesantes y entrañables de la ganadería es la producción de leche. Un dato destacable es que gran parte de nuestro inventario bovino está compuesto por vacas destinadas a la producción lechera o de doble propósito (es decir, leche y carne).

Tal y como había anunciado semanas atrás, el presidente Gustavo Petro desenvainó la espada de Bolívar el pasado 1 de mayo, de la misma forma que lo hizo Hugo Chávez años atrás en Venezuela. Curiosamente esa tarde Petro vistió una chamarra roja como la que solía ponerse Chávez, y en medio de centenares de adeptos llegó hasta la sede del Congreso para llevar el documento con las 12 preguntas de la consulta popular que pretende que le aprueben las Cámaras, dada la caída de la reforma laboral planteada en principio.

Hoy que su voz se apaga en la Tierra, su eco resuena más fuerte que nunca. Yo solo espero que no dejemos morir su mensaje. Que no permitamos que la esperanza, esa semilla que sembró, sea enterrada por la apatía.

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.