Eduardo Andrés Bernal, el ibaguereño que brilla en el mundo del póker
Lo que empezó como un simple juego en los recreos y horas libres en el Colegio San Simón, años después se convertiría en el estilo de vida de Eduardo Andrés Bernal Sánchez, un ibaguereño de 34 años que pasó de jugar póker con monedas en los corrillos del colegio, a jugar profesionalmente y vivir de esta actividad que le ha permitido recorrer el mundo y participar en diferentes torneos nacionales e internacionales, pues en este camino ha estado a nivel nacional en todos los circuitos de póker y en casi todos los países de Latinoamérica concursando en eventos como el Latin American Póker Tour, así como varias veces en Las Bahamas, y quizás lo más importante para su carrera: ha participado cinco veces en la serie mundial de póker-World Series of Poker (WSOP) a donde se encuentra actualmente concursando y hasta el próximo 16 de julio.
“Cope” como le dicen sus amigos desde aquellas épocas colegiales, ha hecho del póker: su profesión, su principal actividad económica y su sueño cumplido, pues luego de darse cuenta de que era bueno en ello y que podía obtener buenas ganancias, abandonó sus estudios de Ingeniería Agroindustrial en la Universidad del Tolima, para dedicarse completamente a jugar póker profesionalmente, pues al llegar a la UT como estudiante se encontró allí con personas que también jugaban de manera informal y que lo enrutaron a seguir adentrándose en el tema y a seguir aprendiendo a través de diferentes plataformas, entre ellas la de PokerStar.
“Las cosas se fueron dando, el juego me empezó a gustar más y llegó un punto a donde ya tenía que dedicarle mucho tiempo para seguir avanzando, y mejorando, y ese tiempo se cruzaba con el de la universidad. No me enfocaba bien en ninguna de las dos cosas, entonces decidí hablar con mis papás que siempre me apoyaron. Les dije que iba a retirarme un semestre para probar lo del juego, me dijeron en principio que no lo hiciera totalmente, sino que dejara algunos cursos y los alternara con el juego, lo intenté así un semestre, pero el póker requería todo el tiempo, así que me retiré definitivamente del estudio”. Menciona Eduardo.
Luego de pasar horas enteras jugando en línea, descubrió que podía jugar sin necesidad de pagar de entrada pero con la posibilidad de ganar dinero real en lo que se conoce como freerolls, y fue así que con apoyo de otras personas que lo ayudaron a crecer, logró ser protagonista y destacarse como campeón del torneo Re-Entry 1K del LAPT Medellín en el año 2012, como subcampeón en un SCOOP online en 2014, y como tercer lugar en 1K PLO 8-Max de la WSOP de 2022, evento en el que obtuvo el mejor pago de su carrera, al llevarse un premio de US$116.751, siendo este su logro más importante hasta el momento, no por lo obtenido económicamente hablando según dice, sino porque ha sido la vez que ha estado más cerca de ganar un brazalete, el premio más importante en el mundo del póker.
Además del sueño de “vivir de lo que lo divierte, y divertirse mientras vive” como él mismo afirma, en los tiempos en los que no está subido en un avión rumbo a algún torneo en cualquier país del mundo, Eduardo disfruta de Ibagué, de hacer ejercicio y calistenia, así como de la compañía de su familia a la que ha logrado darle una mejor calidad de vida gracias a lo que ha ganado jugando en cuanto torneo puede participar.
“Mi familia siempre me ha apoyado, sino que como el tema del póker era desconocido para ese entonces, pues no se veía bien, ni se pensaba que alguien pudiera dedicarse a eso. Se estigmatizaba mucho el juego. Ni siquiera yo pensaba que podía dedicarme a eso. Por eso no culpo a la gente que no entendía lo que yo hacía y de pronto lo relacionaban con juegos de azar, con vagancia o con ludopatía. Mis papás siempre me apoyaron. Mi mamá en un principio cuando empecé a jugar por internet y duraba hasta tarde de la noche, me escondía la cajita del internet para que no pasara tanto tiempo en ello.” Afirma Eduardo.
También es consciente que para vivir del póker o de cualquier actividad, se necesita mucha disciplina, esa misma que él ha tenido para aprender, practicar y concursar como si fuera la primera vez. Para él, no ha sido fácil porque contrario a lo que muchos puedan pensar, el póker no es solo suerte, sino también requiere de agilidad mental y un conocimiento previo de la dinámica del juego, y a pesar de que ha tenido muy buen rendimiento financiero, no desconoce que el juego en algún momento va a tener un quiebre en ese aspecto, quizás en el que no se va a ganar igual. Por ello, junto a su padre ha realizado inversiones en diferentes negocios que le generan tranquilidad pensando a futuro cuando ya no se dedique de lleno a jugar y concursar alrededor del mundo.
Su mayor sueño y objetivo por cumplir como jugador profesional de póker es ganar el mencionado brazalete, que por el momento le ha sido esquivo. Por ello la insistencia en participar anualmente en la WSOP de Las Vegas a donde se encuentra actualmente en compañía de Sergio Torres, otro ibaguereño que, junto a él ha logrado ir también de a poco creciendo en este deporte, y con quien ha estado trabajando en la conformación de una liga de póker a nivel departamental, teniendo en cuenta que en noviembre del 2024, el póker fue reconocido mundialmente como deporte mental, y a partir de allí en el caso de Colombia se ha abierto la puerta para la conformación de la Federación Colombiana de Póker en cabeza de Johan Ibáñez y de la creación de las ligas de póker de los departamentos de Bolívar, César y Atlántico, las cuales ya se encuentran formalmente constituidas.
Además de jugador profesional, Eduardo es considerado como promotor de nuevos talentos, coach del equipo Realpot, y como un referente en el país, en donde si bien hay un buen número de jugadores, pocos que se destaquen como lo hace este ibaguereño, que hoy brilla en el mundo del póker, y que ha dejado el nombre no solo de la ciudad en alto, sino del país entero.
