Pasar al contenido principal
Econoticias y Eventos
Opinión
COMPARTIR
Se ha copiado el vínculo

La comunicación no violenta; ¿Por qué nos cuesta tanto?

"Lo invito a pensar en la energía que le pone al tono y a las palabras que componen su comunicación, pero más allá de esto, lo invito a que se plantee la alternativa de modificar esta energía a través de un modelo evolucionado, un esquema que potencia la energía vital y le resta el veneno para sumarle compasión y armonía, para hacer de sus relaciones un territorio más sano, más tranquilo, más productivo", Ing. Nubia Mary Varón Reyes.
Imagen
Crédito
Ecos del Combeima
8 Mayo 2020 - 16:56 COT por Ecos del Combeima

Me causa inquietud (y tristeza) la forma exponencial en que se han disparado los casos de violencia intrafamiliar, violencia de género, violencia conyugal, violencia a todo nivel en épocas de crisis, en épocas en donde las condiciones externas son bastante desesperanzadoras y la vida se ve aún más amenazada cuando el hogar no es refugio sino foco de infelicidad y desespero. 
De acuerdo a la revista Semana, en su edición del pasado 15 de abril “En el período comprendido entre el 25 de marzo y el 11 de abril, los equipos psicojurídicos de la línea 155 atendieron 1.674 reportes de violencia intrafamiliar, lo que significa cerca de 982 casos más que los 692 registrados en el mismo periodo de 2019”. 

Yo quiero ir más allá de esta cifra, yo quiero plantear un horizonte de reflexión en donde podamos revisar, desde el plano humano y existencial, lo que puede estar sucediendo. 
En nuestro sistema de educación brilla por su ausencia la asignatura de resolución de conflictos; aprendemos a resolverlos desde la manera más instintiva y animal; atacando o huyendo.  No es extraño entonces que nuestra sociedad esté enferma e intoxicada cuando en nuestra infancia se nos enfoca a que aprendamos a leer y a escribir, ignorando las otras dos funciones básicas del lenguaje; Escuchar y Observar, factores además estructurales y definitivos a la hora de acercarnos a la forma correcta de resolver las desavenencias de la vida cotidiana. ¿Qué pasaría si nos enfocáramos en aprender a escuchar y a observar y también lo enseñáramos a nuestros niños?

Es por esto que nos cuesta tanto poder llegar a comprender las realidades, necesidades y emociones propias y por supuesto, las de quienes nos rodean. 
La comunicación no violenta nos ha dado las herramientas para aprender alternativas para construir una realidad más humana.  Este concepto fue desarrollado por  el Dr. en Psicología  Marshall B. Rosenberg hacia el año 1964. Esta teoría que se pone en práctica cada vez que hablamos, nos invita a repensar la carga de violencia que ponemos en nuestras expresiones y de qué manera estas manifestaciones del leguaje enriquecen o empobrecen la calidad de las  relaciones con nosotros mismos y con el entorno. 

La comunicación no violenta es buscar por todos los medios la conexión que nos acerca, que nos hace coincidir y acorta el camino hacia  la comprensión de las necesidades propias y ajenas, las alternativas de acuerdo y la posibilidad de hallar formas amables de resolver las situaciones del día a día. Fundamentalmente la comunicación no violenta nos invita a ser responsables de las relaciones, apartados del egoísmo, desde la responsabilidad propia, con empatía y con  ganas de buscar el bienestar común. 

La comunicación violenta es exactamente  lo contrario;  implica amenazar, juzgar, deshumanizar, culpar o coaccionar a otros para que entiendan (a la fuerza) lo que queremos expresar. Esta manera de comunicarnos engendra frustración, vergüenza, culpa, dolor, tierra fértil que abonada con otros factores y  en  casos crónicos desemboca en violencia psicológica, emocional y física. 
Lo invito a pensar en la energía que le pone al tono y a las palabras que componen su comunicación, pero más allá de esto, lo invito a que se plantee la alternativa de modificar esta energía a través de un modelo evolucionado, un esquema que potencia la energía vital y le resta el veneno para sumarle compasión  y armonía,  para hacer de sus relaciones un territorio más sano, más tranquilo, más productivo. 
Solo piense por un momento en cuánto valor agregaría, por ejemplo, a su trabajo, a sus clientes, a sus jefes, a sus compañeros y a su Empresa si pudiera encontrar una forma más profesional ( y más humana) de lanzar y recibir los mensajes cotidianos. 

Es útil aportar diferenciales a nuestro modo de relacionarnos, es y será siempre útil a todos en cualquier escalón del desarrollo personal y profesional, a cualquier nivel jerárquico dentro de una organización  (sin excepción), por ello deberíamos reflexionar para inclinar nuestra balanza hacia la creación de nuevas y mejores formas de hacer presencia en el mundo con un lenguaje menos dañino, más inclusivo y más humilde. 

Naturalmente somos seres reacios a las exigencias, a las imposiciones, a las obligaciones, es por eso que cuando se nos exige modificar nuestras acciones surge una resistencia que nos lleva a ponernos la envestidura de quien se defiende como nos enseñaron; atacando, defendiéndonos o huyendo.  Lo invito entonces a que no espere que alguien, en sus relaciones a cualquier nivel, le exija que alinee la manera en que está comunicándose, más bien haga el ejercicio de observarse, de escucharse y después, saque sus conclusiones. 
Hay cuatro pasos asociados a la Comunicación No Violenta que Usted y yo podemos ( y deberíamos) empezar a practicar para mejorar nuestra forma de impactar con nuestro lenguaje y poder ser más útiles a nosotros mismos, a nuestras familias, a nuestros ambientes de trabajo y en general, al mundo.

Cuando Usted se vea de cara a una situación que le afecta y quisiera cambiar trate de poner esto en práctica:
1-    Observación. Poder hablar desde una perspectiva descriptiva, sin añadir juicios. Nos limitamos a ser observadores objetivos de la realidad, sin mezclar ninguna emoción o pensamiento. Hablar de lo que pasó con quien nos interesa hallar opciones de solución.  

2-    Sentimientos y actitudes: Lograr explicar a esa persona  lo que la actitud provocó en nuestro interior, sin juicios, sin juicios, repito: ¡sin juicios! Limítese a describir cómo se sintió, de qué manera se  afecta su ser sin señalamientos, solo describiendo la emoción que le incomoda. 

3-    Necesidad. Señalar la necesidad que se quiere satisfacer. Expresarla sin herir, simplemente decirlo desvestidos de cualquier prevención. Se propone ser capaces de comunicarlo desde la humildad de quien pide ayuda.

4-    Petición. Solicitar al otro una acción, algo concreto que sea real, ejecutable, concreto y solicitado en calidad de proposición (no imposición, no exigencia, no obligación)  en términos positivos. Proponer al otro que haga lo pertinente para poder cumplir con las expectativas de las dos partes.   

Ahora bien, después de tener claro qué es Comunicación NO violenta,  lo convoco a Usted que me lee a que se plantee las siguientes reflexiones:

¿Cuánta vida desperdiciamos tratando de cambiar el mundo ignorando que el cambio de nuestro pedacito de mundo depende de nuestra propia transformación? 

¿Es capaz Usted de auto observarse y auto escucharse para detectar qué tan violenta o no violenta está siendo su comunicación? 

También te puede interesar estas columnas

Lo que debería provocar indignación nacional apenas alcanza para unos días de titulares y debates en redes sociales. Luego, todo se diluye. Vienen las investigaciones, las comisiones, los comunicados. Pero rara vez hay consecuencias reales para los responsables. El aparato de impunidad funciona tan eficientemente como el de corrupción.

¿Qué pasaría si este junio no fuera solo una celebración, sino el despertar de un modelo cultural y creativo que moviera a Ibagué durante todo el año?

La buena noticia de la confianza, esa que las Startups en Colombia han cosechado ellas mismas sin depender de nadie, es que con simples señales es la que más rápido mueve una economía.

Ojalá todos tuviéramos la posibilidad de ser la mitad de buenas personas como lo son nuestras propias madres. Tal vez no existirían las injusticias, ni los desamores. Mucho menos existiría la violencia y ningún ser humano en el mundo se acostaría sin comer así fuera el más pequeño de los alimentos.

Entre otras muchas cosas Panamá ha logrado convertirse en destino de grandes y pequeñas inversiones, pero especialmente en el lugar predilecto para la inversión internacional de los colombianos que según datos consolidados del Banco de la República ascendió a US$556 millones durante el primer semestre de 2024, superando destinos históricos como España, USA y México; cifra que tiende a incrementarse dado el nuevo protagonismo económico del país vecino y nuestra propia incertidumbre política.

Uno de los renglones más interesantes y entrañables de la ganadería es la producción de leche. Un dato destacable es que gran parte de nuestro inventario bovino está compuesto por vacas destinadas a la producción lechera o de doble propósito (es decir, leche y carne).

¡Lo volvió a hacer! El representante a la Cámara, Gerardo Yepes hace méritos para obtener el título de indisciplinado del año al interior del partido Conservador.

¿Cómo es posible que, a pesar de contar con presupuestos, políticas y documentos que advierten sobre la importancia de tomar medidas, aún no tengamos campañas bien estructuradas para reducir el consumo de agua?

Hemos sido engañados, por altos estamentos nacionales quienes desconocen y pretenden minimizar las grandes falencias de este “antisistema de salud” fundamentado sobre la intermediación financiera.