"Más de 3.100 personas permanecen desaparecidas en el Tolima": Coordinadora territorial de la UBPD
Por: Cindy Nova Chacón
Coordinadora territorial UBPD Tolima
Las tierras del Tolima guardan no solo las huellas de la violencia: fincas abandonadas, veredas desplazadas, hijos desaparecidos. Hoy, esas mismas tierras son también espacios de diálogo, reconciliación y de encuentro para la verdad y la búsqueda de desaparecidos.
En cada cosecha, campesinas, campesinos, indígenas, víctimas y firmantes insisten en lo mismo: la paz no se decreta. Se cultiva. Se recoge. Se seca. Grano a grano. Mano a mano.
La historia del conflicto y de los procesos de paz en el departamento del Tolima tiene raíces muy profundas. Hoy con gratitud recordamos a quienes han recorrido este camino. Un ejemplo de ello es la experiencia del pueblo indígena Nasa asentado en el sur del Tolima, quienes junto con la comandancia de la extinta guerrilla de las FARC firmaron un pacto local para detener la confrontación. Lo llamaron el Primer Acuerdo de Paz. No hubo cámaras ni periodistas. Fue un gesto entre comunidades que necesitaban vivir sin miedo.
En 2016, en La Habana, Cuba, llegó el Segundo Acuerdo: solemne, rubricado entre el Gobierno y las FARC, con alcance nacional e internacional. Gracias a él nacieron entidades como la UBPD, la JEP y la Comisión de la Verdad.
La UBPD, creada mediante el Decreto Ley 589 de 2017 como parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR), cumple un mandato humanitario y extrajudicial orientado a contribuir a la satisfacción de los derechos de las víctimas a la verdad y la reparación.
Su labor no se limita a la búsqueda y localización de personas desaparecidas, sino que constituye un verdadero ejercicio de restitución de la dignidad humana, cuyo propósito es brindar respuestas a los familiares y allegados, aliviar su sufrimiento y aportar a la reconstrucción del tejido social mediante la garantía efectiva de su derecho a contar con los suyos y despedirse de ellos.
En este ejercicio de restitución de la dignidad humana, que reconstruye memorias colectivas y fortalece la confianza en una institución de carácter humanitario y extrajudicial, también han estado presentes, excombatientes, firmantes del Acuerdo de Paz, aportantes de información, familias buscadoras, organizaciones, colectivos, plataformas de Derechos Humanos, entidades nacionales, territoriales y locales que han hecho posible que la Unidad de Búsqueda pueda cumplir con su mandato de aliviar el sufrimiento y satisfacer los derechos a la verdad y a la reparación.
Hoy, en el Día Internacional de los Derechos Humanos agradecemos a todos estos actores que han hecho posible transitar en este camino de construcción de paz y que se cultiva día a día desde las montañas, en las manos que siembran, en las familias que buscan y en las comunidades que insisten en convivir.
La desaparición es una herida abierta en el Tolima. Más de 3.100 personas permanecen desaparecidas en el departamento, según la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas.
Desde Planadas hasta el Líbano, los relatos familiares se multiplican; sea esta fecha conmemorativa para agradecer a todos aquellos que contribuyen de manera significativa, colaborativa y sin recursos económicos de por medio, a sanar las profundas heridas que el conflicto armado ha infligido en los territorios y en el tejido social de las comunidades afectadas. Hoy más que nunca creemos que un país sin sus hijos e hijas no está completo, es por eso que, en estos días de unión y fraternidad, invitamos a los lectores a sumarse a la búsqueda de más de 100.000 personas desaparecidas en razón y contexto del conflicto armado en todo Colombia.