Afirma que los entes involucrados para el caso de Ibagué, las entidades responsables de la vigilancia, autorización para su funcionamiento, el control de las mismas, así como las características para su construcción y condiciones sanitarias, son a través de la Alcaldía, las secretarías de Gobierno, Infraestructura y Salud pero, para el experto en la Ley 1209/08, estos controles no se aplican o vigilan como debería ser y hay omisiones que como en el caso más reciente, terminan en tragedia.

“Desde el año 2015, toda piscina debe de estar autorizada para funcionar mediante un Certificado de Normas de Seguridad en Piscinas, también deben de estar acompañados de un Certificado Sanitario Favorable, es decir, se trata de la acción de las autoridades correspondientes tanto en el parte sanitario como en lo relacionado a los dispositivos de seguridad, vemos que en la piscina donde ocurrieron estos lamentables hechos, se debe de verificar si las autoridades han realizado las acciones correspondientes inspección, vigilancia y control, si se cumple con las certificaciones correspondientes, si no, a esa piscina se le deben tomar las medidas pertinentes por parte de la autoridad y sellarse además de las multas correspondientes como dice la norma”, expresó el señor Montoya.

Agregó que para todas las piscinas se debe de exigir y verificar el cerramiento, la alarma, el sistema de liberación de vacío y el botón de parada de emergencias, estos dispositivos son los que protegen la vida de los menores para los casos de descuido de los padres o de sus cuidadores como ha sucedido en este caso, dijo que allí se puede prever su hubieran existido dichos dispositivos o por lo menos la alarma y el cerramiento, esos dos hubieran protegido la vida de las menores porque cuando un niño u otra persona cae en la piscina, la alarma suena y con el cerramiento, las niñas no hubieran podido acceder a la zona de la poceta o a la zona de paso de agua.

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“Aquí hay una serie de hechos que lamentamos mucho pero que demuestran claramente el descuido no solo de los padres y cuidadores, sino también de las autoridades que no han verificado y tampoco han hecho las acciones inspección, vigilancia y control, lamentamos muchísimo la muerte de estas menores pero también reclamamos la acción de la Procuraduría para que con las autoridades se cumpla y se sellen las piscinas que no cumplan pero a la vez se le reclame a la Secretaría de Salud, Infraestructura y Gobierno para que realicen sus obligaciones y se proteja la vida de los menores y las personas que estén en una piscina, por ejemplo, usted se va para Chucuní o el TOTUMO acá en zona rural de Ibagué y están construyendo más de 50 piscinas sin ninguna autorización o ningún tipo de vigilancia y control”, agregó.

Dijo que, sólo en la ciudad de Ibagué existen en la actualidad aproximadamente unas 1.200 piscinas, además, hay un gran auge y desarrollo urbanístico donde se ofertan nuevos proyectos conjuntos y complejos de diferentes segmentos socio económicos con zonas húmedas, piscinas y áreas sociales, lo que está incrementando notoriamente este tipo de estructuras, así mismo, dijo el experto que la ciudad turística de Melgar al centro oriente del Departamento del Tolima, es un caso especial que también requiere de permanente vigilancia y control debido a que es la ciudad en Suramérica con más número de piscinas, allí existen más de 4.800 y allí en el último año ha habido 9 ahogamientos de los cuales 7 fueron menores de edad.

Escuche a Ever Montoya: