El testimonio de Yimmy Ramírez Yossa, un paciente que sobrevivió a la fiebre amarilla tras ser internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué, se ha convertido en un llamado urgente a la conciencia en el sur del Tolima.

Ramírez, quien reside en la vereda Aguafría del municipio de Ataco, relató que los primeros síntomas aparecieron de forma leve, pero que fue empeorando rápidamente.

“Yo estoy acá es de milagro, porque primero duré mucho tiempo en la casa esperando nada”, expresó.

El cuadro inició con escalofríos, luego una fiebre “espantosa” y un fuerte dolor abdominal.

A pesar del avance de los síntomas, Yimmy no había recibido la vacuna contra la fiebre amarilla. Admitió que no buscó el biológico a tiempo.

“La irresponsabilidad de uno de adulto, de no poner cuidado… Nunca bajé, no estaba cerquita de la carretera central donde pasaban las misiones médicas”, dijo.

El 13 de mayo fue remitido desde el hospital de Ataco a la UCI de Ibagué, donde permaneció ocho días con pronóstico reservado. En total, estuvo hospitalizado 15 días.

“Eso es cosa que no le deseo a ninguno”, afirmó.

Hoy, recuperado, hace un llamado a la comunidad. “Gente de Ataco, los que no se han vacunado, por favor vacúnense… Yo estuve en las últimas por ese sistema. Vi gente enferma que iba vacunada y salía con poquitos medicamentos. La vacuna es la que no deja morir a la gente”, sentenció.

El caso de Yimmy Ramírez es uno de los más graves registrados recientemente por fiebre amarilla en el Tolima, una enfermedad viral que puede ser mortal y cuya prevención depende en gran medida de la vacunación.