Valeria Dussan, una joven patinadora del municipio de Natagaima, expresó con firmeza su inconformidad ante la falta de acciones por parte de las autoridades, luego del colapso de la pista donde entrenaban decenas de niños y niñas.

La emergencia, provocada por las lluvias del pasado 19 de mayo, dejó inutilizable el Centro de Integración Ciudadana, único espacio que usaban para la práctica deportiva.

“El escenario fue destruido el 19 de mayo y aunque la alcaldesa nos dio su palabra, aunque prometió apoyarnos y no dejarnos sin pista, esas promesas quedaron en palabras vacías”, aseguró Valeria.

La joven, que junto a su equipo se preparaba para competir en el Panamericano de Patinaje en Envigado, Antioquia, destacó que el deporte ha sido una herramienta de transformación personal y comunitaria.

Asegura que los entrenamientos, hoy improvisados y expuestos a riesgos de seguridad, se han vuelto cada vez más difíciles.

“No estamos pidiendo lujos, estamos pidiendo respeto y que nos escuchen”, clamó. Su llamado, dice, no es solo por ella, sino por todos los niños y niñas que encontraron en el patinaje una oportunidad para soñar, avanzar y cambiar sus vidas.

El año pasado, tres deportistas del club fueron campeones panamericanos, incluso sin contar con una pista adecuada. Por eso, el llamado de sus integrantes es a que las autoridades de Natagaima actúen con prontitud y garanticen un espacio digno para entrenar.