Esto alerta a las entidades ya que podría cometerse el delito de trashumancia en las elecciones, que consiste en que las personas inscriben su cédula en una región diferente a la que debería votar. Unas de las regiones que registraron mayor número de personas inscritas son Boyacá, Santander y Tolima. 

De todos lo casos que se han presentado en diferentes municipios, el que más ha llamado la atención de las autoridades es el de Santa Cruz Guachavés, un municipio que limita con Samaniego, en el occidente de Nariño. En las elecciones de 2019, había 368 personas inscritas para votar, este año son 1.432 personas, lo que presenta un incremento de 289%.

Lo mismo sucede el un municipio de La Guajira, donde se presenta una tasa de inscripción de cédulas 16 veces superior al promedio nacional. Allí hay más de 1.108 inscritos, donde sólo debería haber habilitados 307.

Así las cosas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el encargado de investigar los delitos electorales en el país. Aun así, todos los casos también pasan por la Registraduría, quien asegura que este tipo de variaciones en las inscripciones se llevan directamente al CNE para que allí se puedan tomar decisiones y analizar si lo oportuno es anular las inscripciones de ciudadanos que estaban haciendo trashumancia.

Finalmente, también se ha emitido desde en Ministerio Público alertas sobre algunos candidatos que estarían inhabilitados para ejercer cargos públicos. La Procuraduría está analizando el perfil de diferentes candidatos para reconocer si pueden ser elegidos o no.