“Simplemente es una lástima (…) que haya intervenido la Unidad de Salud de Ibagué”, afirmó el veedor Gustavo Collazos al reaccionar a la decisión sorpresiva que tomó este martes la Superintendencia Nacional de Salud, que intervino la sede San Francisco de la USI.

Collazos aseguró que, de acuerdo con el análisis presupuestal a septiembre de 2025 comparado con el mismo periodo del año anterior, la entidad no presentaba pérdidas.

“Podemos observar que a septiembre de 2025 no existía déficit presupuestal. Se alcanza un punto de equilibrio, lo que representa un superávit del 1%, equivalente a 652.448.867 pesos”, explicó.

Recordó además que en septiembre de 2024 la USI registraba “un déficit presupuestal del -23%, correspondiente a 12.000 millones de pesos”.

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Por esas razones, afirmó que “el último trimestre del año no existía déficit presupuestal, o sea, no había por qué intervenir a la Unidad de Salud de Ibagué”.

Según dijo, la veeduría revisó las cifras la noche anterior y concluyó que detrás de la medida habría intereses ajenos a lo técnico.

“Realmente nosotros (…) consideramos que aquí solamente se movieron factores políticos en la ciudad de Ibagué”, dijo.

A su vez, el veedor sugirió que la intervención tendría motivaciones políticas, especialmente por la proximidad del proceso con las elecciones a la Cámara de Representantes.

“Aquí lo que al parecer vemos es que se va detrás de más de 400 puestos que se van a poner en consideración, faltando exactamente 88 días para las elecciones”, concluyó.