Homenaje del Senado a las víctimas de la avalancha de Armero
La noche del 13 y la madrugada del 14 noviembre de 1985, la erupción del volcán Nevado del Ruiz sepultó al municipio de Armero, en el norte del Tolima. La avalancha provocada por el deshielo arrasó con una población que entonces tenía cerca de 35 mil habitantes y era considerada una de las despensas agrícolas más prósperas del país.
Cuarenta años después, el Senado de la República rindió homenaje a las víctimas y sobrevivientes de la tragedia, en un acto encabezado por el senador Guido Echeverry, quien recordó que la catástrofe “se pudo evitar” y exhortó al Gobierno Nacional a no olvidar las lecciones que dejó.
“Esta es una tragedia que se pudo evitar. Hubo llamados de atención, hubo previsiones, hubo funcionarios, el alcalde de armero de la época por ejemplo, quien clamó en muchas ocasiones y casi gritó el riesgo que se cernía sobre esta población, como consecuencia inicialmente de un represamiento del río lagunilla” , señaló el senador Echeverry.
Reconocimiento a la memoria
Durante la sesión, el Senado otorgó una mención de reconocimiento al periodista y escritor Mario Villalobos, autor del libro “Armero: 40 años, 40 historias”, una obra que rescata las voces silenciadas por el dolor y contribuye a mantener viva la memoria colectiva de los armeritas.
“Yo no soy más que escribano de una historia que no nos puede volver a pasar”, expresó Villalobos, quien dedicó su trabajo a las familias que aún buscan respuestas cuatro décadas después.
Testimonios que estremecen
La representante a la Cámara Olga Beatriz González, quien vivió de cerca los días de la tragedia como presidenta de la Defensa Civil de La Dorada (Caldas), compartió su conmovido testimonio:
“Viví la tragedia de armero, era la presidenta de la Defensa Civil de La Dorada, Caldas, tenía 25 años cuando ese 13 de noviembre en la noche, una noche oscura, una noche lúgubre, que en los techos de la casa caía la ceniza y el olor a azufre inundaba el norte del Tolima y llegaba hasta la Dorada Caldas”.
La congresista hizo un llamado para que Armero no sea recordado sólo por la tragedia, sino como un símbolo de memoria y reconstrucción. “Yo le pido a los colombianos y a los gobiernos que hagamos realidad esa Pompeya que tiene Italia, para que Armero sea la Pompeya colombiana”, afirmó.
Compromiso del Estado
El senador Guido Echeverry recordó que, pese a la existencia de varias normas que ordenan acciones de reparación y preservación de la memoria, entre ellas la Ley 1632 de 2013 y la Ley 2505 de 2025, su cumplimiento ha sido mínimo.
“Debo decir que esa comisión no ha cumplido su tarea, que en 16 años, se han reunido algo así como 9 veces, y que no han hecho la más mínima acción para asegurar que los mandatos de esas normas”, advirtió.
El delegado del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Humberto Garavito, explicó que se trabaja en la creación del Parque Temático de la Vida, en el antiguo municipio de Armero, como iniciativa para promover la memoria, la educación y el turismo sostenible en la región.
Una memoria viva
Durante la sesión, la vulcanóloga, Martha Calvache recordó que Colombia es un territorio joven desde el punto de vista geológico, por lo que las erupciones volcánicas son parte de su dinámica natural. “Conociendo el territorio, se podrán tomar decisiones a mediano y a largo plazo de donde estamos viviendo”, señaló.
Por su parte, el alcalde de Armero Guayabal, Mauricio Cuéllar, expresó que cada 13 de noviembre será “un día de reencuentro, amistad y esperanza en el duelo, que aún sigue después de estos 40 años. Las energías son las mismas, ya somos más adultos y cuando se habla de los niños perdidos, hoy tenemos que hablar de nuestro abuelos perdidos”
El senador Miguel Ángel Barreto y la senadora Aída Avella coincidieron en la necesidad de fortalecer las acciones del Estado. Avella enfatizó que “Vamos a velar para que la nacionalización de ese terreno, se de en este gobierno, y tiene que darse porque es una forma también de responderles a quienes tienen allí a sus seres queridos, a quienes tuvimos que ver morir a nuestros estudiantes”
El homenaje concluyó con un mensaje unánime: Armero no debe ser recordado sólo por la tragedia, sino por su cultura, su legado y su resistencia.