El doble rasero de Mauricio Jaramillo: reprocha a Gaviria lo que por años aplicó en el Tolima
Los reproches de Mauricio Jaramillo contra César Gaviria, director del Partido Liberal, han encendido los ánimos dentro de la colectividad, especialmente en el Tolima.
Quienes conocen la historia política del departamento señalan que el exsenador estaría criticando precisamente lo que durante años él mismo ejerció como jefe político en la región.
Jaramillo, hoy fuera del Partido tras su renuncia en medio de la crisis interna por el aval para la Alcaldía de Melgar, ha tildado a Gaviria de imponer decisiones sin consultar las bases.
Sin embargo, esa acusación se le revierte como un boomerang: sus detractores recuerdan cómo, durante décadas, actuó con mano dura, cerrando espacios a otros líderes, incumpliendo acuerdos y manteniendo el control absoluto de las decisiones del liberalismo tolimense.
Analistas consultados señalan que dirigentes cansados de sus formas se fueron del partido sin retorno, decepcionados por la falta de participación.
Así, el Partido Liberal, que en el año 2000 ostentaba nueve concejales en Ibagué, cuatro diputados en la Asamblea, dos representantes a la Cámara, un senador, la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación, ha quedado reducido a una fuerza marginal.
Hoy apenas cuenta con un concejal en la capital, dos diputados, unos pocos alcaldes y una representación en la Cámara.
A ese panorama se suma la actual división en vísperas de las elecciones atípicas de Melgar. Para algunos liberales, si antes el partido andaba mal bajo el liderazgo de Jaramillo, ahora está peor con él lanzando dardos incluso contra candidatos de su propia corriente política, como el caso del aspirante con mayor opción en Melgar, Gentil Gómez.
