El fenómeno Camilo Cifuentes
El nombre de Camilo Cifuentes hasta hace muy poco era conocido en Colombia gracias al destacado humorista y personaje de televisión capaz de imitar decenas de voces de personalidades, políticos y artistas de la farándula criolla. Cifuentes ha salido en programas como la Luciérnaga, Sábados Felices, Yo Me Llamo, y ha hecho del humor sano, una forma de pasar las tragedias sin que duelan tanto.
Sin embargo y con el auge de las redes sociales en el mundo, han ido emergiendo personas que utilizan estas plataformas para generar contenido a través de videos. Algunos intentan abordar temáticas de la vida cotidiana mediante los diferentes géneros periodísticos, otros actúan o representan a manera de ficción situaciones pasajeras y que están en tendencia en las redes, y una pequeña porción, lo hace para mostrar problemáticas de la sociedad y tratar de darles solución desde un sentido más humano. Justamente ese es el caso de Juan Camilo Jurado Cifuentes, más conocido como “el otro Camilo Cifuentes” un joven de la ciudad de Manizales, quien, a diferencia de su homónimo, jamás ha mostrado el rostro, pues el contenido de sus videos está caracterizado por las obras sociales y por darle rostro y voz a cientos de personas a las que ha ayudado comprándoles sus productos a precios elevados, regalándoles electrodomésticos, entre otro tipo de elementos que le son beneficiosos a ciudadanos, trabajadores, emprendedores y adultos mayores.
Cifuentes, y quien ha hecho más que famosa su voz, como es común en los influenciadores maneja una buena cantidad de recursos, y ha asegurado el éxito de la reproducción de sus videos con obras sociales, admiradas y comentadas por millones de colombianos en las redes sociales. Una fiesta de 15 años para una niña de escasos recursos y un audífono especial para un adulto mayor con sordera, hacen parte de las obras más recientes del joven, quien ha mencionado no querer dar a conocer su identidad, pues según él, los protagonistas de las historias debe ser la gente, y no él.
El caso de Camilo Cifuentes es uno de los pocos, en los que quienes generan contenido en redes sociales, dejan un mensaje, y una acción positiva en medio de tanta desesperanza. Ojalá que quienes han empezado a replicar sus acciones, se multipliquen por toda Colombia. Desde luego que aquí aplica muy bien eso de “que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”, y aunque sobre el origen de los recursos de quienes trabajan en redes sociales a diario es cuestionado, bien vale la pena destacar esta loable labor, que va mucho más allá de querer quedar bien con las personas.
Por estos días prenavideños muchos son los que buscan quedar bien con todo el mundo, y hacer y dar regalos para que la gente vea lo “buenos” que son. No entregan nada sin tomarse una selfie o sacarle provecho a cualquier novena navideña. Ojalá que el fenómeno Camilo Cifuentes crezca como crecen los ocobos en Ibagué y que no sea algo de temporada, sino que la solidaridad se vuelva costumbre.