El origen, haberme referido al coliseo de deportes de mi gran pueblo, el Líbano. Allí el fin de semana pasado se llevó a cabo un encuentro del campeonato nacional de Futsal (Fútbol  Sala) entre Tolima y Meta.

Expresé, que se veía bonito en la pantalla de TV,  tanto que los comentaristas estaban obnubilados con el lugar. Escribí 'excelente el escenario' pero no se compadecía que sólo tuviera capacidad para 500 asistentes. Y que seguramente muchas personas se quedaron por fuera al no hallar espacio.

Entonces, la andanada no se hizo esperar a partir de lo de 'quejetas'. Unos, que pesimista, otros que me tranquilizara que, por lo menos, había coliseo.

Ni pesimista ni quejetas,  pero sí me tranquilizo por aquello de la salud. 

Ciertamente debo recordar que esta obra no se hizo con migajas. Allí se invirtieron 6 mil millones de pesos. Y no hay derecho que con semejante inversión y un coliseo de esa dimensión, sólo tenga una capacidad para 500 personas.

Un total absurdo. La plata no alcanzó para más gradas? O la plata fue que se esfumó?

Quiéranlo o no, ese pequeño error hay que corregirlo. Por lo menos esa capacidad hay que ampliarla a 2 mil personas y con más razón tratándose de un coliseo multipropósito.

Por esa manía de no decir nada, de callar todo, de no denunciar desafueros producto de la mediocridad y politiquería miremos lo que hoy tenemos en el Tolima. Sólo 3 casos. Obras de escenarios deportivos en Ibagué,  panóptico y Universidad del Tolima. Eso sí es sentir pena ajena.