Residentes y propietarios de negocios en Honda, afectados por malas prácticas de algunos pescadores

Desde muchas regiones arriban cientos de personas hasta las a orillas del río Magdalena y tras sus faenas de pesca, dejan grandes cantidades de vísceras, escamas, bolsas, icopor y basuras que ellos mismos producen.
“Acá viene gente de Bogotá, Pereira, Armenia, Cali, Girardot, Boyacá y de todos lados a pescar pero hacemos el llamado para que si bien es cierto que se benefician de los animales que capturan también es cierto que nos ocasionan una gran afectación a quienes vivimos en el sector y a quienes tenemos nuestros establecimientos como los tradicionales restaurantes, porque arreglan el pescado en las escaleras, en las piedras o en las orillas, pues que recojan estos residuos de las vísceras en un cartón o en algún recipiente y que apenas terminen, por lo menos, las arrojen nuevamente al río porque los mismos peces se las van a comer y no os van a dejar esto tirado y que se pudra en las piedras y en las orillas donde ellos las dejan”, explicó la señora Martha Calderón, propietaria de un restaurante.

Dijo que muchas veces llegan turistas o comensales a buscar sus comidas, pero que los malos olores y el ambiente enrarecido, los hace ir para otra parte, que se debe pensar que con esto todos salen afectados y que no es sino tener un poco de conciencia, de cultura ciudadana y que con sentido común se lancen nuevamente al río estos residuos orgánicos que van a ser aprovechados por los peces.
“También es mucha falta de conciencia ambiental porque además, acá dejan tiradas bolsas, recipientes de icopor, las botellas de gaseosa, del hielo que pican para conservar el pescado y no las recogen, esto casi siempre va a parar al río porque también las arrojan y el daño es muy grave”, concluyó la señora Calderón.