El empresario antioqueño José María Acevedo Alzate, fundador de la reconocida compañía de electrodomésticos Haceb, falleció la noche del 27 de octubre de 2025 a los 106 años de edad. La noticia fue confirmada por la empresa a través de un comunicado en el que lamentó su partida y exaltó su legado como uno de los grandes referentes de la industria colombiana.

“Aunque nunca se está preparado para decir adiós, como compañía lo despedimos con el corazón y el firme propósito de preservar su legado”, expresó Haceb, asegurando que continuará su labor bajo los principios y filosofía que caracterizaron a su fundador. “Seguiremos trabajando día a día para fortalecer el liderazgo de una de las empresas más importantes de Colombia y ser portadores de bienestar y progreso para millones de colombianos”, añadió la compañía.

Nacido el 2 de agosto de 1919 en Medellín, Acevedo creció en una familia humilde y estudió hasta sexto grado. A los 16 años comenzó a formarse como electricista por correspondencia, motivado por su curiosidad para entender el funcionamiento de los aparatos. Cinco años después, a los 21, abrió un pequeño taller de reparación de electrodomésticos en un garaje de 25 metros cuadrados, con apenas un alicate y dos destornilladores. Ese fue el origen de Haceb, una empresa que nació del esfuerzo y la necesidad de apoyar a su familia tras la muerte de su padre.

El comunicado recordó que “Don José”, como era conocido cariñosamente, fue un estratega desde niño gracias a su pasión por el ajedrez, y un visionario que entendió que “para hacer empresa y construir país era necesario privilegiar la calidad de vida de sus colaboradores y sus familias”.

Haceb, cuya planta principal se encuentra en Copacabana, Antioquia, produce actualmente neveras, estufas, lavadoras y calentadores que se exportan a más de 20 países. La compañía cuenta con cientos de empleados en todo el país, muchos de los cuales acompañaron recientemente la celebración de los 106 años de su fundador, en un emotivo encuentro que reflejó el cariño y respeto hacia su historia de vida.

“Hoy nos quedamos con el recuerdo de Don José, apasionado con los edificios y las máquinas que dan vida a sus plantas de producción... un hombre que hasta el último día vivió para ser honesto y justo, para servirle a la sociedad y dar con gentileza”, concluyó Haceb.