En una jornada marcada por sorpresas políticas, el Senado de la República hundió con 49 votos la consulta popular impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, mecanismo que había sido defendido como una alternativa para rescatar la fallida reforma laboral. La decisión se tomó tras más de siete horas de discusión sin que el oficialismo lograra consolidar mayorías para avanzar en el trámite.

El resultado se conoció apenas 24 horas después de que los ministros Armando Benedetti y Antonio Sanguino calificaran como una 'burla' el informe de apelación sobre la reforma laboral. Sin embargo, en un inesperado giro, ambos funcionarios pidieron este miércoles a la plenaria del Senado votar a favor de dicho informe y construir un acuerdo que permita tramitar la iniciativa antes del 20 de junio.

El cambio de postura del Gobierno dejó en el aire la viabilidad política de la consulta popular, una herramienta que había sido promovida como un mecanismo de participación directa para respaldar la reforma laboral ante su fracaso legislativo inicial. Varios sectores críticos han señalado esta estrategia como una movida electoral del petrismo con miras a las elecciones de 2026.

Aunque la reforma laboral podría ganar oxígeno si es enviada a otra célula legislativa tras su hundimiento en la Comisión Séptima, la derrota de la consulta le quita al Gobierno uno de sus principales argumentos para insistir en la movilización ciudadana alrededor del tema.

La decisión del Senado representa un revés político para el Ejecutivo, que ahora deberá reconfigurar su estrategia para lograr la aprobación de una de sus reformas bandera en el tiempo restante de la actual legislatura.