Los hechos ocurrieron en una vivienda de la localidad de Bosa, donde vivía Víctor Manuel Ninco y la menor con su familia. Ella asegura que el sujeto, además de abusar de ella, la amenazó con matar a su mamá y sus allegados si contaba algo.

Bajo ese sometimiento ocurrieron varios abusos hasta que enfermó y se negó a ir al colegio. En ese momento le contó a su hermana lo que estaba haciendo el inquilino de 58 años.

El hermano de la pequeña se enteró de lo ocurrido y fraguó un plan para vengarse. Invitó al sujeto a un bar y le dio trago hasta emborracharlo. Al verlo sometido lo atacó en repetidas oportunidades con arma blanca hasta que lo obligó a confesar.

Ninco duró varios días en el hospital por las heridas, mientras que el agresor fue enviado a la cárcel. Tras recuperarse, el taxista huyó a Neiva, pero días después regresó a Soacha, donde fue capturado.

Ahora la familia de la menor tiene un doble drama por las agresiones sexuales a la menor y porque su otro miembro está tras las rejas. Pedirán reconsiderar la pena argumentando que lo hizo bajo ira e intenso dolor.

Tomado de Noticias Caracol (ver nota original)