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Sharit Ciro, una vida truncada y un proceso judicial en entredicho

El asesinato de la joven universitaria derivó en capturas y confesiones, pero también en retrasos procesales que hoy permiten la libertad de un implicado y profundizan la desconfianza ciudadana.
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Sharit Ciro
31 Dic 2025 - 6:15 COT por Ecos del Combeima

El 8 de marzo de 2025, en plena conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la ciudad de Ibagué amaneció marcada por un crimen que sacudió a la opinión pública. Ese día fue hallado el cuerpo sin vida de Sharit Ciro Parra, joven de 19 años y estudiante de Artes Plásticas y Visuales de la Universidad del Tolima, cerca del CAI del barrio La Gaviota. Presentaba múltiples heridas causadas con arma cortopunzante.

Horas antes del hallazgo, sus familiares habían iniciado una búsqueda desesperada tras perder contacto con ella. La angustia terminó de la peor forma cuando las autoridades confirmaron que el cuerpo encontrado correspondía a Sharit, una joven reconocida por su sensibilidad artística y compromiso académico, cuya vida fue brutalmente arrebatada.

Las primeras indagaciones establecieron que la joven habría sido engañada mediante una falsa oferta laboral. El 15 de marzo, tras varios días de investigación, fueron capturados Brandon Andrés Archila Cruz, de 22 años, y Santiago Hurtado González, de 19, en operativos realizados en el barrio Kennedy de Bogotá y en el barrio El Vergel de Ibagué, respectivamente.

Durante su permanencia en la Permanente Central, ambos confesaron su participación en el asalto, la agresión sexual y el feminicidio. En sus declaraciones también señalaron a un tercer implicado, presuntamente Alexander Silva, alias ‘Cuate’, padrastro de Archila. Esta información, entregada el 18 de marzo, se convirtió en una pieza clave dentro del proceso judicial y motivó su traslado al Complejo Carcelario y Penitenciario de Alta y Media Seguridad de Ibagué, Coiba Picaleña.

El 20 de mayo, la Fiscalía 11 Seccional de la Unidad de Vida radicó el escrito de acusación por el delito de feminicidio. Sin embargo, el trámite estuvo marcado por dilaciones que hoy generan fuertes cuestionamientos. La defensa de Archila solicitó su libertad por vencimiento de términos, argumentando que entre la acusación y la fecha prevista para la audiencia de juicio oral habían transcurrido más de 150 días sin avances sustanciales.

Finalmente, el pasado 22 de octubre, el Juzgado 17 de Control de Garantías de Ibagué concedió la libertad por vencimiento de términos, pese a que los implicados habían sido capturados desde el 15 de marzo. Posteriormente sería puesto en libertad, bajo las mismas condiciones, Santiago Hurtado. La decisión reavivó la indignación social y dejó en evidencia las fallas estructurales de un sistema judicial que, una vez más, permite que presuntos responsables de hechos atroces recuperen su libertad.

Hoy, la familia de Sharit, organizaciones feministas y diversos sectores ciudadanos mantienen una veeduría constante del caso. Exigen justicia, celeridad procesal y garantías reales de no repetición, advirtiendo que el feminicidio de Sharit no puede convertirse en otra cifra más ni en un expediente archivado por la impunidad.