El Espinal atraviesa horas de alta tensión tras registrarse tres homicidios en menos de 24 horas, todos cometidos con arma de fuego y en circunstancias que hoy son materia de investigación. La sucesión de hechos, la forma en que se perpetraron y el perfil de las víctimas han encendido las alarmas entre la comunidad, que percibe un silencio institucional por parte de la administración municipal frente a lo ocurrido.

El primer ataque se presentó el miércoles en la noche, hacia las 7:50 p. m., en el barrio Tolima Grande, cuando padre e hijo fueron atacados a tiros a las afueras de su vivienda. Las víctimas, Carlos Eduardo Díaz, de 61 años, y Yeferson Stiven Díaz, de 25 años, conocido como alias ‘Neymar’, fueron trasladadas con vida a un centro asistencial, donde fallecieron debido a la gravedad de las heridas. Según los reportes preliminares, los atacantes habrían salido de una zona boscosa cercana y dispararon de manera reiterada, dejando a alias ‘Neymar’ con siete impactos de bala y a su padre con dos heridas en el pecho.

De acuerdo con información conocida por las autoridades, alias ‘Neymar’ era señalado como delincuente recurrente, presuntamente vinculado al sicariato y a una estructura criminal conocida como ‘La Nueva Generación’. Además, figuraba como presunto autor material de un atentado armado ocurrido el 26 de noviembre de 2025 contra alias ‘Duván’, quien permanece hospitalizado con pronóstico reservado.

El segundo hecho violento se registró este jueves, alrededor de las 3:00 p. m., en el barrio Villa Catalina, donde fue asesinado Jeferson Steven Loaiza Lozano, de 23 años, conocido como alias ‘Yeye’. La víctima fue interceptada por sujetos en motocicleta, quienes le dispararon directamente al rostro, causándole la muerte en el lugar. Según los reportes judiciales, alias ‘Yeye’ estaría relacionado con hurto a residencias y consumo de estupefacientes, y este crimen sería producto de un presunto ajuste de cuentas.

Las autoridades indicaron que alias ‘Yeye’ habría participado en el homicidio de alias ‘Titi’, ocurrido también el 26 de noviembre de 2025 en el barrio San Pablo, segunda etapa. Además, registraba cuatro anotaciones en el SPOA por delitos relacionados con tráfico de estupefacientes y porte ilegal de armas, y había sido capturado el 21 de noviembre, aunque posteriormente quedó en libertad.

Aunque no existe hasta ahora un pronunciamiento oficial que unifique los hechos, fuentes extraoficiales y versiones recogidas en el municipio apuntan a una posible guerra entre bandas delincuenciales que estaría dejando víctimas en una cadena de retaliaciones. Incluso, se habla de una planeación previa en el ataque del miércoles, en el que más de ocho hombres habrían participado, así como de un presunto desvío de patrullas policiales tras reportes de disparos en otro sector, para facilitar la ejecución del crimen.

Mientras los actos urgentes fueron asumidos por personal del CTI, y continúan los operativos de registro y control, en El Espinal crece la preocupación por la falta de información oficial y la reiteración de hechos violentos en un corto periodo de tiempo. La investigación avanza, pero el trasfondo de estos crímenes sigue rodeado de interrogantes que, por ahora, permanecen sin respuesta.