La comunidad del Cantón Militar Jaime Rooke lanzó una alerta urgente ante la crítica situación que viven desde hace más de diez días por la ausencia total de agua potable, un hecho que ya compromete la salubridad del lugar y aumenta el riesgo de brotes epidemiológicos. En un espacio donde permanecen decenas de personas a diario, la falta del servicio ha desbordado la capacidad para mantener condiciones mínimas de higiene.

De acuerdo con los reportes de los residentes, pese a los avisos reiterados a las autoridades locales y a la Empresa de Acueducto de Ibagué, hasta ahora no se ha obtenido una solución efectiva ni un plan claro para restablecer el suministro. La comunidad afirma que ha tenido que ingeniárselas para suplir el agua destinada a actividades básicas, lo que ha generado acumulación de residuos y afectaciones en los baños y zonas comunes.

La preocupación crece entre quienes habitan o trabajan en el Cantón, pues la falta de agua potable no solo dificulta las labores diarias sino que también incrementa la posibilidad de enfermedades gastrointestinales y dermatológicas, especialmente en contextos donde hay alta movilidad y concentración de personas. Varios residentes aseguran que ya comienzan a presentarse síntomas asociados a mala calidad sanitaria.

Mientras tanto, los afectados cuestionan la demora institucional frente a una situación que consideran prioritaria y que, insisten, no puede prolongarse sin comprometer aún más la salud pública. También solicitan una intervención inmediata que incluya suministro de agua de emergencia, revisión de la red y un plan preventivo para evitar la repetición de episodios similares.

La comunidad pide que las autoridades asuman el caso con la urgencia que amerita, advirtiendo que, de no actuarse a tiempo, el Cantón Militar podría enfrentar una crisis mayor en plena temporada de altas temperaturas y actividad diaria intensificada.